De acuerdo con las cifras preliminares, los fallecidos seregistraron en diferentes ciudades, como en Herat, Kandahar o Nimroz, entre otras. Asimismo, el temporal dejó 70.000 cabezas de ganado muertas.
El Ministerio de Gestión de Desastres comunicó que se distribuyó ayuda alimentaria a al menos 5.000 familias afectadas por el descenso repentino de las temperaturas, que provocaron grandes nevadas y bloqueó las carreteras en varios estados del centro y norte de Afganistán.
De hecho, en los últimos días, la capital afgana, Kabul, registró interrupciones en el sistema de suministro de agua y electricidad. La Cámara Afgana de Industrias y Minas alertó que los servicios para los clientes no están activos ni durante una hora.
La nueva ola de frío ha bloqueado los puntos de acceso a las zonas más remotas de Afganistán, donde ya de por sí escasean medicinas y alimentos. Los cultivos de invierno resultaron gravemente dañados, en especial las hortalizas, agravando así aún más la crisis alimentaria. (Europa Press)