Kabul.- Afganistán carece de los suministros médicos necesarios para tratar a los heridos del terremoto que causó más de 1.000 muertos esta semana, según un funcionario de alto rango, mientras que una réplica ayer ocasionó cinco muertos más.
Las autoridades dieron por terminada la búsqueda de supervivientes en las remotas montañas del sureste del país tras el terremoto de magnitud 6,1 que se produjo a primera hora del miércoles cerca de la frontera con Pakistán, a unos 160 kilómetros al sureste de Kabul, la capital.
La réplica del viernes, en casi el mismo lugar, fue de magnitud 4,3, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Un responsable del Ministerio de Sanidad dijo que había matado a cinco personas, pero no se supo de inmediato el alcance de los nuevos daños y lesiones.
Se ha confirmado la muerte de un total de 1.036 personas, informó el viernes Naciones Unidas.
Alrededor de 2.000 personas resultaron heridas y 10.000 viviendas quedaron parcial o totalmente destruidas por el terremoto del miércoles, dijo a Reuters Mohammad Nassim Haqqani, portavoz del Ministerio de Desastres de Afganistán.
“El Ministerio de Sanidad no tiene suficientes medicamentos”, afirmó y añadió que “necesitamos ayuda médica y otras necesidades, porque es un gran desastre”.
El epicentro del terremoto se encuentra en una región de montañas áridas salpicadas de pequeños asentamientos que a menudo fue escenario de enfrentamientos durante las décadas de guerra en Afganistán.
Las malas comunicaciones y las rutas muy básicas han dificultado los esfuerzos de ayuda en un país que se enfrenta a una crisis humanitaria que se deterioró bruscamente después de que los talibanes tomaran el poder el pasado mes de agosto al retirarse las fuerzas internacionales lideradas por Estados Unidos.
La catástrofe es una prueba importante para los gobernantes islamistas, que han estado en gran medida aislados, rechazados por muchos debido a la preocupación por los derechos humanos y aislados de gran parte de la ayuda internacional directa debido a las sanciones.
Japón, Corea del Sur, Taiwán y Emiratos Árabes Unidos dijeron que tenían previsto enviar ayuda. Los suministros de Pakistán ya han cruzado la frontera.
India, que mantiene tensas relaciones con los talibanes, dijo que había enviado 27 toneladas de suministros en dos vuelos que se entregarán a las agencias de ayuda internacionales.
La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, se ha apresurado a enviar toneladas de suministros y personal experto para apoyar el esfuerzo de ayuda, dijo.
“Cuatro décadas de conflicto e inestabilidad en Afganistán han dejado a millones de personas al borde del hambre y la inanición”, declaró ayer su portavoz, Shabia Mantoo.
Otro organismo de la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), también ha advertido que la catástrofe podría aumentar el riesgo de que el cólera se desarrolle en todo Afganistán.
Unas 500.000 personas ya sufrían en mayo enfermedades diarreicas, uno de los principales síntomas del cólera, dijo el médico Dapeng Luo, su representante en Afganistán.
Antes de la réplica del viernes, el responsable de desastres, Haqqani, dijo que la búsqueda de supervivientes se había suspendido unas 48 horas después del terremoto.
“La operación de búsqueda ha finalizado”, dijo, pero no detalló el motivo. En otros lugares, se han sacado personas vivas de entre los escombros de los terremotos después de períodos considerablemente más largos.
Amplias zonas del sur de Asia son sísmicamente activas porque una placa tectónica conocida como placa india está empujando hacia el norte la placa euroasiática.
En 2015, un terremoto sacudió el remoto noreste afgano, matando a varios cientos de personas en Afganistán y el norte de Pakistán. (Reuters)
Unicef reporta más de 120 niños muertos por temblor
Kabul.- Al menos más de 120 niños figuran entre las mil víctimas mortales del terremoto de magnitud 6,1 en la escala abierta de Richter en el este de Afganistán, informó ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Al menos hay 121 niños ente el millar de muertos que ha dejado el terremoto”, ha dicho el representante de Unicef en Afganistán, Mohamed Ayoya, que ha señalado que “este terremoto ha sido otro trágico recordatorio de los desafíos que enfrenta el pueblo de Afganistán”.
“Damos nuestro más sentido pésame a todos los afectados y deseamos una pronta recuperación a los heridos”, señaló, antes de resaltar que «el número total de personas fallecidas o heridas aún no está confirmado, pero lo esperado es que las cifras aumenten a medida que sigan las operaciones de búsqueda y rescate».
Explicado que el distrito de Bermal, en la provincia de Paktika, tiene el mayor número de víctimas, al tiempo que ha subrayado que «varios miles» de viviendas han resultado destruidas o han sufrido daños.
«Los niños y adolescentes son extremadamente vulnerables y corren un alto riesgo de separación familiar, angustia emocional y psicológica, abuso y explotación, y otras formas de violencia», alertó.
Ayoya hizo hincapié en que Unicef y sus socios trabajan junto a las autoridades talibán para «dar la mejor respuesta» a los damnificados y ha confirmado que un equipo de apoyo del organismo se desplazó el miércoles sobre el terreno para «evaluar los daños y las necesidades urgentes de las poblaciones afectadas para priorizar la ayuda». (Europa Press)