El suministro de estas armas pesadas cruza una vez más una línea moral, según un comunicado de la Embajada rusa en Berlín, que se refirió a la responsabilidad histórica de Alemania por los crímenes cometidos por los nazis contra los rusos en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, en Alemania ya se debate sobre nuevas entregas de armas a Ucrania para la lucha contra los agresores rusos. Políticos de distintos partidos se pronunciaron a favor de que también se envíen a la zona de guerra carros de combate Leopard 2, mucho más potentes. Hasta ahora, sin embargo, el Gobierno alemán no tiene previsto hacerlo.
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente estadounidense, Joe Biden, declararon, tras una conversación telefónica, que por primera vez suministrarán a Ucrania vehículos de combate de infantería de fabricación occidental.
El Gobierno alemán quiere enviar unos 40 Marder para finales de marzo. El entrenamiento de ocho semanas de los soldados ucranianos en los vehículos blindados tendrá lugar en Alemania.
Ucrania lleva meses pidiendo a los aliados occidentales, y a Alemania en particular, carros y vehículos de combate de infantería. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dio las gracias a Scholz y Biden por la promesa hecha.
“Recibiremos otro sistema Patriot y una potente tecnología blindada, esto es realmente una gran victoria para nuestro Estado”, declaró el mandatario en un discurso por vídeo.
También Polonia saludó el anuncio de Alemania, que entregará a Ucrania un sistema de defensa antiaérea Patriot. El ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, tomó nota de este paso con satisfacción, según escribió en Twitter. “Esta decisión está en línea con lo que Polonia ya había propuesto a finales de noviembre”, explicó.
En aquel momento, el Gobierno de Varsovia había sugerido que Alemania transfiriese directamente a Ucrania varios sistemas Patriot ofrecidos a Polonia, lo que provocó un gran descontento en Berlín. (Europa Press).