Rusia “se vengará”, ha adelantado la jefa del Comando Operativo en el sur de Ucrania, la capitana Natalia Humeniuk, quien ha señalado que el hundimiento de este buque de guerra no solo ha sido un duro golpe a la infraestructura naval del “enemigo”, sino también a sus “ambiciones imperialistas”.
“La situación en el sur de Ucrania es tensa (…). Por supuesto, todos nos damos cuenta de que no seremos perdonados”, ha advertido Humeniuk, quien ha confirmado ya las primeras represalias de Moscú en forma de “ataques con misiles” durante las horas posteriores al naufragio, cuenta la agencia Ukrinform.
“No descartamos una operación de aterrizaje. Estamos listos, resistimos, somos conscientes de las amenazas. Para el enemigo, esta es una gran pérdida, tanto financiera como de imagen. Estamos en una guerra híbrida, y el impacto sobre las conciencias también es importante”, ha explicado.
El Ministerio de Defensa ruso informó el jueves de que el buque insignia de su Flota del Mar Negro, el ‘Moskva’, se hundió mientras era remolcado tras sufrir un incendio a consecuencia de un ataque del Ejército ucraniano, que no ha dado mucho más detalles acerca de cómo se produjo esa ofensiva.
“Fue una operación especial para atacar a un grupo de barcos (…). El ataque produjo la detonación de las municiones que iban a bordo”, se ha limitado a decir Humeniuk, quien ha calificado el naufragio de “impresionante” y “muy simbólico”.
“Vimos otros barcos tratando de ayudar, pero incluso las fuerzas de la naturaleza estaban del lado de Ucrania, la tormenta no permitió realizar una operación de rescate o evacuar a la tripulación”, ha celebrado Humeniuk.
‘Moskva’ es el buque insignia de la flota rusa en el mar Negro. Se puso en funcionamiento en 1983 con el nombre de ‘Gloria’. En 1996, el crucero recibió su nomenclatura actual. El principal armamento de ataque de la nave son 16 lanzadores de misiles P-1000 Vulkan. (EUROPA PRESS)