El exministro de Interior Mariano González fue despedido sorpresivamente la noche del martes y Castillo designó rápidamente su reemplazante, que se convirtió en el séptimo titular de esa cartera en el primer año de gestión del mandatario.
González asumió el cargo el 4 de julio y esta semana conformó un equipo especial de la policía para apoyar a la fiscalía que investiga casos de corrupción que vinculan a ex funcionarios de Castillo, entre ellos un exministro, un asesor de Palacio de Gobierno y un sobrino del presidente.
Con ello González tenía como objetivo capturar a los implicados en una trama de corrupción en la concesión de obras públicas en este Gobierno. En este caso la fiscalía también investiga a Castillo, quien ha negado todas las acusaciones.
«El obstaculizar a los equipos de inteligencia es una clara obstrucción también a la justicia. Para mí eso es evidente y descalifica para que (Castillo) pueda ser el mandatario del país», dijo González en una entrevista con la radio local RPP.
El exministro afirmó que el presidente le había cuestionado y pedido explicaciones por crear el equipo especial de la policía, y sostuvo que minutos después de esto y antes de pactar una cita Castillo anunció por Twitter su salida del cargo.
«El equipo especial venía trabajando y estaba muy cerca de tener logros en los próximos días», refirió en torno a la búsqueda de los prófugos implicados en actos de corrupción.
Representantes de prensa de Palacio de Gobierno no respondieron de inmediato a las consultas sobre las acusaciones del exministro.
Tras las declaraciones de González, la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, citó inmediatamente al exfuncionario a través de un mensaje por Twitter «para tomar su declaración por los hechos relatados que configurarían presuntos actos delictivos». (Reuters)