Bogotá.- El Gobierno de Colombia debería sostener conversaciones con todos los grupos armados para buscar «una paz completa» en el país sudamericano, dijo el líder disidente de la desmovilizada guerrilla colombiana de las FARC Iván Márquez, quien es buscado por cargos de narcotráfico en Estados Unidos.
Márquez es un excomandante de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que ayudó a negociar su acuerdo de paz de 2016 con el Gobierno antes de rechazarlo y tomar nuevamente las armas como líder de un grupo disidente denominado Segunda Marquetalia.
«Queremos un gobierno que se la juegue toda por la paz completa, que retome las conversaciones con el ELN, que abra un capítulo de diálogos con todas las insurgencias y que hable también con las organizaciones sucesoras del paramilitarismo que han expresado desde hace años su disposición de acogimiento a la justicia», dijo Márquez en una entrevista con el noticiero CM&.
«La paz completa es el primer paso que debe darse si queremos marchar por el camino de una nueva era de concordia, democracia y justicia social», agregó Márquez quien habló desde un lugar no revelado.
El Gobierno de Colombia aseguró que Márquez y los demás disidentes están en la ilegalidad por lo que corren el riesgo de ser dados de baja o capturados en una operación militar sino se someten a la justicia.
«Márquez y sus seguidores son unos narcoterroristas, están en la ilegalidad, están dedicados a actividades delictivas, están dedicados al narcotráfico», dijo el alto comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo, quien acusó a las disidencias de la Segunda Marquetalia de asesinar líderes sociales y excombatientes de las FARC que respetaron el acuerdo de paz.
Unos 13.000 integrantes de las FARC, incluidos unos 7.000 combatientes, se desmovilizaron como parte del acuerdo de paz que puso fin a la participación del grupo rebelde en un conflicto interno de más de cinco décadas que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
Los grupos disidentes cuentan con unos 2.400 combatientes en sus filas, que son rebeldes que nunca respaldaron el acuerdo, que se rearmaron después de la firma o que jamás fueron guerrilleros de las FARC, según fuentes de seguridad.
Los grupos disidentes luchan contra las bandas criminales y entre sí por el acceso a la minería ilegal y la producción de cocaína.
La lucha se ha extendido a la frontera con Venezuela y Colombia acusa al Gobierno de Nicolás Maduro de proteger en su territorio a Márquez y sus subalternos, algo que Caracas niega insistentemente. (Reuters)