“Esto no es cierto. Nuestras unidades están combatiendo en Bakhmut”, declaró Cherevatyi.
Por su parte, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, informó de intensos combates en Bakhmut. “La situación es crítica”, dijo en el servicio de mensajería Telegram.
“A partir de ahora, nuestros defensores controlan algunas instalaciones industriales y de infraestructura en la zona y el sector privado”, agregó.
Prigozhin había anunciado la toma de la ciudad ucraniana de Bakhmut, asediada desde hace 10 meses por sus unidades paramilitares.
Prigozhin señaló que “la operación para la toma de Bakhmut, ‘la moledora de carne de Bakhmut’, duró 224 días”.
Se trata de una campaña sangrienta que además reveló profundas discrepancias entre el jefe de Wagner y el Ministerio de Defensa de Rusia, al que acusó reiteradamente de insuficientes suministros de armamento y municiones y de permitir a las unidades regulares huir de las posiciones tomadas por el grupo paramilitar.
RATAS EN LA RATONERA
Las fuerzas ucranianas abandonaron Bakhmut como si no, fue retrocediendo lentamente en su interior, hacia grupos de edificios en el extremo occidental de la ciudad.
Pero mientras tanto, al norte y al sur, lograron sus avances más rápidos en seis meses en la zona circundante, arrebatando franjas de territorio a las tropas rusas.
Rusia reconoció haber perdido terreno en los alrededores de Bakhmut en la última semana, aunque negó las afirmaciones de Prigozhin de que los flancos alrededor de la ciudad custodiados por tropas regulares se hayan derrumbado.
Kiev afirma que su objetivo en Bakhmut fue atraer a la ciudad a las fuerzas rusas de otras partes del frente, infligir allí un gran número de bajas y debilitar la línea defensiva de Moscú en otros lugares antes de una importante contraofensiva planeada.
La inteligencia de defensa británica declaró ayer que Moscú parecía estar redoblando sus esfuerzos en la batalla en torno a Bakhmut, desplazando allí más tropas a pesar de que escaseaban en otros lugares. Era muy probable que Rusia hubiera desplegado hasta varios batallones de escasas reservas para reforzar el sector de Bakhmut, afirmó en Twitter.
Prigozhin reconoció que Bakhmut, una ciudad de 70.000 habitantes antes de la guerra, tiene poca importancia estratégica, a pesar de su enorme importancia simbólica por la magnitud de las pérdidas en la batalla terrestre más sangrienta de Europa desde la Segunda Guerra Mundial. (Infobae/Efe/Reuters)