Mes de abril 8 de 1908 y 12 de 1925, aniversarios de las dos instituciones con mayor historial en el fútbol boliviano. Dos entidades que se distribuyen hinchadas en todo el país. Los colores amarillo y negro, y celeste cielo se encuentran enraizados desde que la persona nace. Familias paceñas tradicionales que se identifican con esos colores a lo largo de toda su vida. Sin embargo siempre existen ovejas negras en ambos lados que le dan mayor vida a este clásico. Han existido matrimonios y divorcios a consecuencia de esta rivalidad. Nos constituimos quizás en el único país en el mundo donde el público asume el Fair Play, es decir el juego limpio, al encontrarnos codo a codo con el adversario en las graderías. Naturalmente que existen graderías ya “adquiridas” por ambas barras en los escenarios deportivos, no diremos bravas y esperemos jamás decirlo. Ya que estas solo traen dolor y luto, como ocurre en algunos países donde el fanatismo ha cobrado víctimas que han alejado las familias de asistir a los partidos, que incluso han dado origen a que no se permita simpatizantes del equipo visitante en su escenario, lesionando el citado Fair Play, al existir ventaja frente al adversario de turno desde las tribunas que influyen penosamente en las decisiones árbitrales.
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