El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, sostuvo que las tensiones en la frontera con Ucrania parecen haber disminuido en los últimos días tras la crisis abierta por la reciente incursión de un avión no tripulado ucraniano en su espacio aéreo y que llevó al mandatario a desplegar “a una tercera parte del Ejército” en la zona.
Lukashenko explicó que los servicios diplomáticos bielorrusos lograron desactivar la situación a través de un canal de contacto especial con sus homólogos ucranianos, que achacaron todo a un malentendido.
“Creían que íbamos a atacar a la altura de (la región de) Gomel, un objetivo que ni se nos pasó por la cabeza”, señaló el presidente bielorruso, antes de asegurar que Ucrania llegó a concentrar “a 120.000 militares en la frontera” durante el apogeo de la crisis.
“Afortunadamente retiraron a este contingente, y nosotros hicimos lo mismo con nuestro despliegue”, aseguró a la cadena rusa Rossiya 1.
No obstante, Lukashenko aseveró que la situación sigue siendo peligrosa, en parte porque “la frontera está minada como nunca antes he visto”, y por la durísima respuesta de Rusia, si Kiev persiste en su ofensiva en la región rusa de Kursk, donde entró el 6 de agosto.
“Si prosigue lo que está ocurriendo en Kursk, comenzará una escalada que terminará con la destrucción de Ucrania. Nadie derrotó nunca a este imperio y nadie derrotará a Rusia”, manifestó el mandatario, acérrimo aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, quien igualmente manifestó su recelo sobre la posibilidad de que el también reciente comienzo de operaciones de pilotos ucranianos entrenados por la OTAN sea un prolegómeno de la incorporación sobre el terreno de fuerzas occidentales al conflicto.
“Como la OTAN envíe tropas a territorio ucraniano”, especuló Lukashenko, “vamos a encontrarnos con la III Guerra Mundial, porque a partir de ese momento el uso de armas nucleares y estratégicas quedará sobre la mesa, y la respuesta será tan instantánea como terrible”.
“Afortunadamente, Ucrania lo entiende, como lo entendemos nosotros, y es por eso que hay que sentarse a la mesa de negociaciones”, señala el mandatario, quien recomendó el retorno a las conversaciones que Turquía intentó mediar en su momento y que acabaron en rotundo fracaso.
UCRANIA DESMIENTE INCREMENTOS DE FUERZAS DE AMBOS BANDOS
Las autoridades ucranianas solo se pronunciaron sobre los comentarios de Lukashenko para desmentir la supuesta presencia de esos 120.000 militares o el enorme incremento de tropas bielorrusas en la frontera a los que se refería el mandatario.
“Los guardias fronterizos ucranianos no han observado un aumento en el número de equipos o personal de las tropas bielorrusas en la frontera, ha declarado el portavoz del Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania, el coronel Andrei Demchenko.
“La situación en la frontera con la República de Bielorrusia no ha cambiado. Como vemos, la retórica de Lukashenko tampoco cambia”, declaró al “Ukrayinska Pravda”. (Europa Press)