En concreto, las autoridades gazatíes elevaron ayer a 17.700 el balance provisional de fallecidos, mientras que la cifra de heridos asciende a 48.780. Sólo en las últimas 24 horas se contabilizó 210 muertos y 2.300 heridos más, y el dato previsiblemente seguirá subiendo, dado que continúan los ataques.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, Ashraf al Qudra, denunció que en las últimas horas que murieron “210 mártires” y otras 2.300 personas llegaron heridas a los hospitales.
Las fuerzas israelíes serían responsables de “20 matanzas” que terminaron con familias enteras. “Hemos recibido numerosos avisos de ciudadanos que viven en zonas residenciales, en escuelas y también del Colegio Jalifa, en el norte de Gaza, donde las fuerzas de ocupación perpetraron una horrorosa masacre con decenas de mártires y heridos”, explicó.
Al Qudra dio cuenta además de dos sanitarios heridos por un ataque israelí contra una ambulancia que evacuaba a heridos del Hospital Europeo de Gaza y denunció la guerra contra los hospitales, las ambulancias y los equipos médicos que achaca a Israel.
Las autoridades de Hamás, así como Naciones Unidas y otras organizaciones presentes sobre el terreno, acusaron a las fuerzas israelíes de bombardear zonas civiles e instalaciones teóricamente protegidas por el Derecho Internacional, como hospitales y escuelas. Desde el inicio de la actual escalada, sólo 618 heridos o enfermos pudieron salir de la Franja a través del paso de Rafá, según el Ministerio.
Israel lanzó la ofensiva sobre Gaza como respuesta a unos atentados que dejaron el 7 de octubre en suelo israelí unos 1.200 muertos y que también derivaron en un cruce de ataques prácticamente diario en la frontera con Líbano, donde tiene presencia la milicia chií Hezbolá. (Europa Press)