La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) publicó ayer el informe relativo a los doce meses previos a junio de 2023, según el cual llegaron a Reino Unido 1,2 millones de personas, pero se fueron alrededor de 508.000. La tasa neta, por tanto, se sitúa en 672.000, mientras que para el conjunto de 2022 fue de 745.000.
Aunque para el ONS «es demasiado pronto para decir si es el inicio de una nueva tendencia a la baja, sí cree que las estadísticas más recientes indican una reducción de la inmigración y un aumento de la emigración, anticipando por tanto que futuros informes reflejarán nuevos descensos».
El control de la inmigración fue uno de los grandes temas esgrimidos para justificar la ruptura de Reino Unido con el Brexit, un divorcio que por ahora sí modificó no tanto las cifras como el origen de quienes llegan a territorio británico.
En el último año, la inmigración desde fuera de la UE ascendió a 968.000 personas, el 82 por ciento del total, sobre todo por temas de estudios. Además, cada vez son más quienes emigran a Reino Unido para trabajar en el sector de la sanidad y los cuidados.
Por otra parte, unos 129.000 ciudadanos de la UE llegaron a Reino Unido en el último período examinado, según el informe oficial.
Ya desde la época de Cameron en Downing Street, el Gobierno había planteado como horizonte reducir la tasa de migración neta a decenas de miles de personas, por debajo por tanto de las 100.000.
En su objetivo, no obstante, se encontró con el rechazo judicial a uno de los planes estrella del actual gabinete, que planteaba deportar a migrantes a Ruanda. Sunak no renunció a dicha iniciativa y comprometió un cambio de las leyes para evitar golpes, como el atizado la semana pasada por el Tribunal Supremo. (Europa Press)