La falta de visibilidad por la tormenta obligó a cancelar el desfile aéreo y el salto en paracaídas.
> Salvador Illa acudió al acto, rompiendo con 14 años de ausencia de representantes del Govern catalán.
Como cada año, el rey Felipe VI y la reina Letizia presidieron el desfile militar por el Día de la Fiesta Nacional, esta vez marcado por las fuertes lluvias, que no dieron tregua y llevaron a modificar parte del protocolo previsto. Hubo abucheos contra el presidente del Gobierno y la presencia de un presidente catalán tras 14 años de ausencias.
A pesar del mal tiempo, los espectadores pudieron disfrutar de los más de 4.000 efectivos de las Fuerzas Armadas que tomaron parte del acto central de este 12 de octubre. La intensa lluvia comenzaba unas horas antes del desfile, lo que obligó a cancelar el desfile aéreo de la Patrulla Águila y el salto acrobático en paracaídas por problemas de nubosidad y visibilidad, privando al público de dos de los momentos más destacados.
Los actos comenzaron, pese a todo, con puntualidad a la llegada de los reyes a la Plaza de Neptuno. Escoltados por la comitiva real, llegaron en un coche de Patrimonio Nacional y fueron recibidos por las autoridades y los aplausos del público. Junto a ellos estaba también la princesa Leonor, ataviada con el uniforme de color azul turquí de la Armada, conocido como el “14 botones”, por su formación en la Escuela Naval Militar.
Quien estuvo ausente fue la infanta Sofía, que continúa en estos momentos en Gales estudiando el bachillerato internacional.
El rey, sin paraguas, pasó revista a las tropas desde la Tribuna, aunque las miradas seguían dirigidas al cielo. Tanto llovió por momentos que la reina se retiró unos minutos para no mojarse y Felipe VI llamó a la ministra de Defensa y al presidente del Gobierno para hablar sobre la situación. Finalmente, continuaron su labor desde el atril y pese a la intensidad de las precipitaciones.
ABUCHEOS A SÁNCHEZ
La familia real estuvo acompañada del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro López Calderón, y del presidente Pedro Sánchez, al que, como en otras ediciones, los ciudadanos abuchearon a su llegada, por las últimas revelaciones sobre el caso Koldo y la polémica de la rebaja de penas a presos de ETA. Los gritos también pudieron escucharse al final, durante el saludo a los mandos de las diferentes unidades que participaron en el desfile.
Más allá del presidente, acudieron todos los ministros en representación del Gobierno, con especial protagonismo de la titular de Defensa, Margarita Robles. Las únicas que no pudieron asistir fueron la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y la de Igualdad, Anda Redondo.
Por otro lado, estuvieron como invitados todos los presidentes autonómicos, a excepción del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el lehendakari, Imanol Pradales. El presidente Salvador Illa, por su parte, ha roto con 14 años de ausencia del Govern catalán en el desfile y acudió al palco de invitados. “Cataluña debe estar presente en la construcción de una España plural y diversa. De todos y todas. Cataluña ha vuelto para implicarse, para escuchar y ser escuchada”, escribió poco antes del desfile en su cuenta de la red social X.
Asimismo, estuvieron presentes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el dirigente de Vox, Santiago Abascal y otros representantes de los grupos parlamentarios, como sus portavoces en el Congreso o los presidentes de ambas cámaras legislativas, Francina Armengol y Pedro Rollán. Bajo paraguas y de pie, los invitados aguantaron el chaparrón entre risas. Entre los ausentes estuvieron: ERC, Junts, EH Bildu y Podemos.
TORMENTA NO DETUVO DESFILE
La tormenta no afectó al ánimo de los militares, que en los momentos previos a la parada se mantenían activos cantando en grupo y en un ambiente de jolgorio, a la espera del llamado para la formación. Tampoco amilanó al público más fiel, que no quiso renunciar al desfile y acudió armado de banderas, chubasquero, paraguas y, sobre todo emoción, al Paseo del Prado.
En total, tomaron parte en la parada militar 4.092 integrantes de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otras instituciones, 3.619 hombres y 473 mujeres, con 166 vehículos motorizados y 210 caballos. Bajo la fuerte cortina de agua, recorrieron los 1.540 metros que separan la Plaza de Carlos V, en Atocha, de donde partió el desfile y la Plaza de Colón, fue punto final del mismo.
Además de los soldados a pie, vehículos de servicios de emergencias y del Ejército de Tierra, como centauros o los vehículos de Alta Movilidad Táctico con lanzadores de misiles, y la UME, que acaba de cumplir 19 años.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue el acto castrense dedicado a aquellos miembros de las Fuerzas Armadas que perdieron la vida en actos de servicio. En honor de los caídos y por quienes dieron su vida por España, se ondea la bandera, al tiempo que se lanzaban salvas. Posteriormente, el rey y su hija hicieron la ofrenda floral y formaron junto al resto de representantes del Ejército para escuchar el himno.
NOVEDADES DEL DÍA NACIONAL
Este año, el desfile incorporó novedades. Coincidiendo con la escalada de la tensión en Oriente Próximo, tomó parte en el desfile la bandera de Naciones Unidas, que fue escoltada por un piquete en honor de los militares españoles actualmente desplegados en el exterior, especialmente los más de 600 soldados que están en Líbano con la misión de la ONU.
Además, se incluyeron las banderas de Eslovaquia, Eslovenia, Portugal y República Checa, países miembros junto a España de uno de los ocho Grupos de Combate que configuran la brigada multinacional en la operación “Presencia Avanzada Reforzada” (EFP), encargada de reforzar el flanco este de la OTAN.
También desfilaron, por primera vez, las mujeres de Salvamento Marítimo con el fin de hacer visible la labor que llevaba cabo para “salvar la vida en la mar, el control del tráfico marítimo y la lucha por unos mares limpios”, así como para homenajearlas por ser “pioneras en un sector tradicionalmente masculino”. Las cuatro elegidas llegaron desde el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos, ubicado en Veranes (Asturias).
Por otro lado, se esperaba que tres paracaidistas saltaran portando una bandera especial en honor al décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, en el que irían incluidas las palabras elegidas por el monarca para resumir esta década al frente de la Jefatura de Estado: servicio, compromiso y deber.
PALACIO REAL
Tras el desfile, el Palacio Real acogió la tradicional recepción ofrecida por los reyes con motivo del 12 de octubre. En esta ocasión, como ya ocurrió el año pasado, también estuvieron acompañados por la princesa Leonor.
A este evento estuvieron invitadas las más altas autoridades del Estado, incluidos Sánchez y sus ministros, así como otros líderes políticos, empresarios y otras personalidades de la sociedad civil. Asimismo, acudió un grupo de científicos, académicos y representantes de asociaciones que coincidieron en diferentes actos con la Familia Real en actos por toda España. Todos ellos desfilaron en pequeñas tandas con descansos de media hora para saludar a los reyes y su hija. (RTve)