Las autoridades británicas han impuesto ayer un nuevo paquete de sanciones, que afecta a una decena de buques petroleros por transportar crudo ruso mediante «prácticas ilícitas» que permiten a Moscú sortear las restricciones internacionales impuestas en su contra a raíz de la invasión de Ucrania.
Londres, que se refiere a estas embarcaciones como la «flota rusa en la sombra», que contribuiría a facilitar el traslado de crudo y gas licuado ruso a nivel internacional, busca así restringir en mayor medida los ingresos obtenidos por Rusia de la venta de petróleo.
«Hoy es la tercera vez que Reino Unido hace uso de sus poderes específicos para sancionar a buques, centrándose en aquellos que socavan las sanciones y facilitan el comercio de petróleo ruso», afirmó el Gobierno británico en un comunicado en el que sostuvo que estas medidas buscan hacer frente a aquellas fuentes de financiación de la «maquinaria de guerra de (Vladimir) Putin».
Las exportaciones de petróleo de Rusia son la fuente de ingresos más importante de Moscú para financiar su guerra en Ucrania y representaron aproximadamente una cuarta parte del presupuesto ruso en 2023. «Hoy tomamos medidas decisivas para limitar esos ingresos», reiteró el Ministerio de Exteriores de Reino Unido.
Los buques afectados son todos «infractores de gran volumen», es decir, buques que operan las 24 horas del día para transportar la mayor cantidad posible de petróleo ruso. A partir de ahora, estos buques no podrán entrar en los puertos británicos y se les denegará el acceso al registro de buques en Reino Unido.
Sólo tres de estos buques, el “Nicolai Zuyev”, “NS ASIA” y “Zaliv Aniva”, transportaron en conjunto más de 5.000 millones de dólares (4.500 millones de euros) en petróleo ruso desde que comenzó la invasión. El ministro de Exteriores, David Lammy, lamentó que «la maquinaria de guerra rusa esté financiada por un sistema económico oscuro e ilícito». «Este Gobierno decidió desestabilizarlo», aseveró.
«Las sanciones de ayer socavan aún más la capacidad de Rusia para comerciar petróleo a través de su flota en la sombra. Junto con nuestros socios, seguiremos enviando un duro mensaje a Rusia de que la comunidad internacional apoya a Ucrania y no toleraremos esta flota ilícita», destacó.
Asimismo, recordó que Rusia se ha visto obligada a invertir unos 8.000 millones de dólares (7.200 millones de euros) para contar con esta flota. «Con los petroleros sancionados merodeando sin poder cargar crudo haremos de la inversión de Putin un costoso paso en falso», puntualizó Lammy. (Europa Press)