La crítica en los cuarteles y fuera de ellos no se hizo esperar, ya que la ceremonia perdió la majestuosidad que debería caracterizarla, convirtiéndose en un evento circense y politizado.
Nicolás Maduro tiene como prioridad la campaña a la reelección, más aún cuando los números lo están desfavoreciendo en porcentajes muy altos. En uno de los actos más importantes para el mundo civil y militar, como es la celebración de la firma de la Independencia, se desplegó en loas a la Fuerza Armada, incluyó el desfile de rusos y piruetas en motos, convirtiendo el desfile en uno de los más deslucidos en su historia.
La crítica en los cuarteles y fuera de ellos no se hizo esperar, porque el desfile perdió el brillo de la majestuosidad que debe caracterizarlo y fue calificado como un evento “circense y politizado”.
Mientras Nicolás Maduro Moros grita que esta es la Fuerza Armada anticolonialista que nació, como una fuerza, con sus armas, para enfrentar al imperio más poderoso que existió, un grupo de militares de Rusia participó en el desfile donde los militares y civiles celebran la Independencia de Venezuela. Nada más contradictorio con lo que representa la firma de la Independencia del 5 de julio de 1811.
El mensaje del mandatario venezolano, con la mención a Rusia, China e Irán, nada tiene de antiimperialista, por el contrario, con sus palabras hipoteca la Independencia y el rol que jugaron los militares de entonces. Lo insólito es que, rodeado de los hombres que tienen el monopolio de las armas de la República para la defensa de la nación, su territorio e independencia, Maduro jura que no entregará el bastón de mando presidencial, que seguirá “en buenas manos” y que no será en las de “ningún oligarca o títere”.
No solo es que desfiló una fuerza castrense extranjera en el día de la Independencia de Venezuela, hay que agregar que Maduro, en tono de amenaza recalcó “tenemos el apoyo de Rusia, China e Irán, que nadie se equivoque con Venezuela”, mientras blandió el bastón de mando, que caracteriza al generalato y almirantazgo venezolano.
Ningún presidente de la República que realmente ejerza legítimamente, como Comandante en Jefe de la Fuerza Armada, el poder de mando sobre la institución castrense tendría necesidad de hacer uso de ese bastón. Maduro evidencia un desesperado intento de afianzarse sobre la fuerza de las armas para mantenerse en el poder.
Aunque verbalmente insistiera en que cuenta con el apoyo de los rusos, en realidad que unos militares con el uniforme de ese país asistan a un acto protocolar y que Rusia haya trasladado a Venezuela, dos buques, la fragata Gorshkov y el petrolero Akademik Pashin, una pequeñísima parte de la Flota del Norte que llevó a Cuba no refleja el apoyo que el mandatario venezolano pretende transmitir; ni el submarino de propulsión nuclear ni el remolcador visitan Venezuela.
MENSAJE ERRÓNEO
Un alto oficial, en conversación con Infobae, manifestó que “el mensaje de esos rusos en el desfile es erróneo, por muchas razones, entre ellas, porque Rusia es un país que inició una guerra, sin justificación alguna y mató población civil inocente. No es el mejor ejemplo para compararlo como un país amigable”.
Por otra parte, agrega que “en Venezuela, en la que muchos soldados fueron formados, el desfile del 5 Julio, es único, para nuestras tropas y unidades, y eventualmente se logró mostrar representación de los países bolivarianos, pero no de potencias extranjeras, lo que de por sí es contrario a la consigna antiimperialista”. (Infobae)