El Programa Mundial de Alimentos (PMA) aseguró que la situación en la Franja de Gaza “ya no es sostenible” y lamentó que la gente esté comenzando a desesperarse por este problema.
«Se puede ver el miedo en los ojos de mujeres y niños. Los habitantes de Gaza viven hacinados en refugios insalubres o en las calles a medida que se acerca el invierno, están enfermos y no tienen suficiente comida», denunció el director ejecutivo adjunto del PMA, Carl Skau, en un comunicado.
Skau ha destacado el «increíble» trabajo que el equipo del PMA está realizando en Gaza, pero reconoció lo engorroso que está resultando llevar ayuda y personal críticos a Gaza, donde se está viviendo una «inmensa crisis humanitaria».
«Con la ley y el orden desmoronados, cualquier operación humanitaria significativa es imposible. Con solo una fracción de los suministros de alimentos necesarios llegando, una falta fatal de combustible, interrupciones en los sistemas de comunicaciones y falta de seguridad para nuestro personal o para las personas a las que servimos en las distribuciones de alimentos, no podemos hacer nuestro trabajo», explicó el director ejecutivo del programa.
En este sentido, Skau incidió en la necesidad crítica de más cruces fronterizos y reiteró el compromiso del PMA para con el pueblo palestino, asegurando que sus empleados trabajan decididamente todos los días para evitar el hambre entre los habitantes de Gaza y siguen buscando soluciones creativas, a pesar del temor por sus vidas y los numerosos desafíos.
Al respecto, el Programa Mundial de Alimentos aseguró que es capaz de cumplir si las condiciones lo permiten porque cuentan con camiones de comida, pero reiteró que necesitan más de un cruce y un paso libre y seguro para llegar a los palestinos dondequiera que estén una vez que los camiones estén dentro.
«Esto sólo será posible con un alto el fuego humanitario y, en última instancia, necesitamos que este conflicto termine», sentenció Skau.
Una encuesta realizada por el PMA, reveló que los civiles gazatíes no solo viven hacinados en refugios insalubres o en las calles, sino que nueve de cada diez familias en algunas zonas pasaron (al menos) un día y una noche completos sin ningún alimento. (Europa Press)