Condenan la compra de misiles iraníes por parte de Rusia y piden a Teherán dejar de vender armas a Moscú.
Los países del G7 reafirmaron su compromiso con la protección de la infraestructura energética de Ucrania ante los ataques de Rusia y resaltaron la importancia de “garantizar la seguridad y resistencia de la red eléctrica ucraniana, y su capacidad de generación de energía”, una cuestión que calificaron de “prioridad fundamental y urgente” de cara al invierno.
Los ministros de Exteriores de los países que conforman el grupo (Canadá, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Japón), condenaron durante una reunión en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York los bombardeos de Rusia contra “edificios civiles e incluso hospitales”, al tiempo que mostraron su “indignación”.
Así, destacaron la utilidad de la conferencia internacional sobre seguridad energética celebrada el pasado 22 de agosto y la coordinación por parte del G7 en materia de energía, según señalaron los países miembros en un comunicado en el que manifestaron su compromiso a ofrecer asistencia Kiev para “satisfacer sus necesidades más urgentes” de financiación a corto plazo y apoyar la “recuperación y reconstrucción”.
“Rusia debe poner fin a su guerra de agresión y pagar por los daños que causó a Ucrania”, aseveraron antes de trasladar su compromiso con la explotación y uso de “todas las vías legales posibles para que Rusia cumpla con sus obligaciones”.
En este sentido, afirmó su apoyo al derecho de Ucrania a defenderse y reiteraron su compromiso con la seguridad del país a largo plazo. Para ello, recalcaron que tienen la intención de aumentar la producción industrial y las capacidades de suministro y destacaron su apoyo a las autoridades ucranianas en sus esfuerzos por “modernizar sus Fuerzas Armadas y fortalecer su industria militar”.
Además, abogaron por reforzar las capacidades del país en defensa aérea con el objetivo de “salvar vidas y proteger infraestructuras críticas” en el marco de una guerra que llevó a Rusia a “violar el Derecho Internacional, incluida la Carta de Naciones Unidas y los principios básicos que sustentan el orden internacional”.
“Condenamos enérgicamente las graves violaciones del Derecho Internacional perpetradas por las fuerzas rusas en Ucrania, donde provocaron un impacto devastador en la población civil. La violencia contra civiles, incluidos mujeres, niños y prisioneros de guerra, es inaceptable”, sostuvieron.
APOYO DE IRÁN A RUSIA
Por otra parte, condenaron la venta de armamento por parte de Irán a las autoridades rusas, especialmente de misiles balísticos, y aseguraron que existen pruebas de estas “transferencias de armamento” a pesar de los reiterados llamamientos a Teherán para que dejen de suministrar armas a Moscú.
“Rusia utilizó armamento iraní, como vehículos aéreos no tripulados, para matar a civiles ucranianos y atacar sus infraestructuras críticas”, señalaron, al tiempo que manifestaron que Irán debe “detener de inmediato todo apoyo a la guerra ilegal e injustificable de Rusia contra Ucrania”.
Además, advirtieron de que el envío de este tipo de armamento constituye una “amenaza directa para el pueblo ucraniano, así como para la seguridad europea e internacional en general”.
“Reafirmamos nuestro firme compromiso a pedir cuentas a Irán por su inaceptable apoyo a la guerra ilegal de Rusia, que socava aún más la seguridad mundial”, puntualizaron antes de barajar la posibilidad de introducir nuevas medidas y restricciones al respecto para poder así mermar estos esfuerzos. (Europa Press)