La XXVIII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU logró ayer un acuerdo multilateral para poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, con promesas de aportación inicial del entorno de 600 millones de dólares.
Este mecanismo era uno de los flecos heredados de la anterior cita climática, la COP27 celebrada hace un año en Egipto, y su objetivo es ayudar a los países en desarrollo para afrontar los efectos adversos.
Se trata del primer acuerdo alcanzado en la COP28, que fue inaugurada ayer en Dubái y que se prolongará hasta el 12 de diciembre.
El presidente de la COP28, el sultán Al Jaber, celebró la puesta en marcha de este fondo, al que definió como «histórico» para ayudar a los países en desarrollo, los más vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.
El nuevo fondo que se acordó en la COP27 entró ayer en funcionamiento, después de un acuerdo alcanzado por las partes en cinco reuniones del comité de transición con la COP28.
Para su puesta en marcha, Emiratos Árabes Unidos, en calidad de anfitrión de la cumbre, anunció que aportará 100 millones de dólares para allanar el camino a otros países, ya que Al Jaber pidió a las naciones que sigan su ejemplo y comprometan «inmediatamente» recursos a este mecanismo.
España, en representación de la Presidencia de la UE, anunció que los 27 países aportarán al menos 250 millones de euros al mismo fondo.
Durante la sesión, Alemania comprometió 100 millones de euros (incluidos en los 250 anunciados por la UE); Reino Unido, 40 millones de libras esterlinas; Japón, 10 millones de dólares y Estados Unidos, 17,5 millones de dólares.
Este fondo permitirá a los países menos desarrollados afrontar los peores efectos del cambio climático, incluso si el mundo cumple con los objetivos de mitigación, porque un nivel fijo de calentamiento ya afecta a las comunidades más vulnerables por tormentas, inundaciones, reducción de la productividad agrícola y aumento del nivel del mar.
El gestor provisional de este fondo durante los próximos cuatro años será el Banco Mundial, ya que en ese plazo el Fondo deberá articular una Secretaría Independiente. Este mecanismo deberá tener «al menos» 100.000 millones de dólares anuales para financiar pérdidas y daños en 2030.
No obstante, estos pagos son voluntarios para los países, según el texto del acuerdo, que establece que los más desarrollados están «invitados» a hacer contribuciones. Sin embargo, los países en desarrollo estiman que sus necesidades reales rondan los 400.000 millones de dólares anuales.
En Dubái se darán cita a lo largo de estas dos semanas unos 70.000 participantes, entre jefes de Estado y de Gobierno, funcionarios, líderes empresariales, representantes del sector privado, académicos, expertos, jóvenes y actores no estatales.
Durante la sesión inaugural se aprobó la agenda de la COP28, que, además de responder al balance climático global y aumentar la ambición colectiva con soluciones negociadas sólidas, la Presidencia emiratí estableció cuatro pilares principales: la aceleración de la transición energética justa y ordenada; mejorar la financiación climática; centrarse en las personas, la naturaleza, las vidas y los medios de subsistencia, y fomentar la inclusión. (Europa Press)