“El Gobierno interino está intentando deportar a todos los inmigrantes afganos ilegales antes de enero. Después de eso, las autoridades anunciarán un calendario para repatriar a los inmigrantes afganos restantes y de esta manera lograr el retorno luego de las contiendas bélicas”, dijo Achakzai en una conferencia de prensa en Quetta, recogida por la agencia Khaama.
Además, el ministro Jan Achakzai reiteró la afirmación, de que los militantes utilizan el territorio afgano como base para planear ataques en Pakistán. En respuesta a esta amenaza, Pakistán compartió activamente información sobre los terroristas y sus actos de terror, enfatizando la importancia de la cooperación para contrarrestar esta amenaza con la administración talibán en Kabul.
«Como país hermano islámico vecino, Afganistán debería dar una respuesta positiva a Pakistán y entregarnos a los terroristas buscados, debido a que causaron muchos daños humanos», dijo, añadiendo que «Pakistán condena todo tipo de terrorismo en todo el mundo». «Si se toma alguna medida para desacreditar a las instituciones de Pakistán, se les dará una respuesta adecuada. Nuestra fraternidad no debe ser considerada como nuestra debilidad, es por eso que se ha tomado esta decisión», aseguró.
A principios de octubre, Pakistán emitió una directiva que exige que todas las personas que residen en el país sin estatus legal abandonen el país voluntariamente o enfrenten posibles acciones coercitivas después del 1 de noviembre, lo que provocó la salida de más de 300.000 refugiados afganos que cumplían la orden.
Sin embargo, la Administración talibán desestimó las acusaciones de Pakistán sobre el uso de suelo afgano para ataques contra Pakistán. Los talibán afirman firmemente que Afganistán no debe ser considerado responsable de ningún fallo de seguridad en el contexto regional, reafirmando su posición al respecto. (Europa Press)