«Ayer señaló que cerca del 70 por ciento de la población de Gaza no tendrá acceso a agua potable», dijo Lazzarini en un mensaje donde subrayó que tener combustible sólo para los camiones no seguirá salvando vidas. «Esperar más costará vidas», señaló.
El mensaje fue publicado horas después de que el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), dependiente del Ministerio de Defensa israelí, afirmara que las autoridades habían dado su aprobación a la entrega de combustible a Gaza a través del paso de Rafá, en la frontera con Egipto, por primera vez desde el estallido de las hostilidades tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Sin embargo, el director de Asuntos para la Franja de Gaza de la agencia, Thomas White, dijo que la cantidad equivale a medio camión cisterna y agregó que su uso fue restringido por las autoridades israelíes sólo al transporte de ayuda desde Rafá». «No hay combustible para el agua ni para los hospitales», lamentó, antes de incidir en que esta cantidad es sólo el nueve por ciento de lo que se necesita a diario para mantener las actividades que salvan vidas.
La Unrwa y diversas organizaciones no gubernamentales denunciaron desde hace semanas que la falta de combustible está afectando las operaciones de entrega de ayuda humanitaria, a tiempo que provocaron cortes o suspensiones de operaciones en hospitales, plantas desalinizadoras, panaderías y otras infraestructuras clave.
El propio Lazzarni sostuvo que la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza, de la que dependen más de dos millones de personas, está llegando a su fin de forma gradual debido a que no se permitió la entrada de combustible desde el 7 de octubre. «Mucha más gente sufrirá y, probablemente, morirá. Es increíble que las agencias humanitarias tengan que suplicar combustible y operen en soporte vital», recalcó. (Europa Press)