La ONU y Estados Unidos mostraron su rechazo a los recientes episodios de violencia política ocurridos en el marco de las multitudinarias protestas contra el Gobierno en Bangladesh que dejaron al menos nueve muertos, entre ellos un agente de la Policía y un activista político.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, mostró su preocupación por los informes de violencia y solicitó el cese de la misma.
«(Guterres) está preocupado por los informes de violencia en los mítines políticos en Bangladesh, en los que al menos nueve personas murieron y numerosas resultaron heridas. Hace un llamamiento a todas las partes para que se abstengan de recurrir a la violencia o a cualquier uso excesivo de la fuerza o detención arbitraria. También subraya la necesidad de respetar el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica», declaró su portavoz, Stepháne Dujarric, durante una rueda de prensa.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, instó a las autoridades a investigar los incidentes y explicó que la celebración de unas elecciones libres y justas son responsabilidad de todos, incluyendo a votantes, partidos políticos, el Gobierno, las fuerzas de seguridad, la sociedad civil y los medios de comunicación.
«Condenamos la violencia política que tuvo lugar en Daca (capital del país) el 28 de octubre. El presunto asesinato de un agente de Policía, un activista político y el incendio de un hospital y autobuses son inaceptables, al igual que la violencia contra civiles, incluidos periodistas», resaltó Miller en una rueda de prensa.
Los dos principales partidos de oposición de Bangladesh, el Partido Nacionalista de Bangladesh (PNB) y el islamista Jamaat e Islami, congregaron a más de 100.000 personas en la capital del país para exigir la dimisión inmediata del Gobierno a sólo tres meses de las elecciones generales entre serias dudas sobre la imparcialidad de los comicios, mientras la primera ministra, Sheij Hasina, siga al frente del país. (Europa Press)