La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció las “continuas” violaciones de los Derechos Humanos en Nicaragua, donde “la persecución de los opositores al Gobierno o de quienes son percibidos como voces disidentes, se amplió e intensificó progresivamente”, y reclamó al régimen de Daniel Ortega, “un cambio urgente de rumbo”, lo que pasa entre otras cosas por la liberación inmediata de todos los presos políticos.
La oficina de Derechos Humanos de la ONU estima en 131 la cifra de opositores que se encontraban en prisión en el mes de mayo, a los que habría que sumar otros diez arrestos arbitrarios en junio y julio. En un nuevo informe, documenta al menos una docena de casos de tortura y malos tratos bajo custodia, con denuncias de abusos sexuales y descargas eléctricas, entre otros.
“Las autoridades continúan persiguiendo no sólo a quienes expresan opiniones disidentes, sino también a cualquier persona u organización que actúe de forma independiente o que no esté directamente bajo su control”, señala el estudio, que incluye dentro de este ámbito a defensores de Derechos Humanos, medios de comunicación u ONG.
De hecho, las autoridades nicaragüenses han disuelto desde el año 2018 más de 5.000 organizaciones, con 1.700 cierres anunciados sólo durante el mes de agosto. Algunas de estas ONG tienen cariz religioso y, según la ONU, al menos 27 sacerdotes y seminaristas católicos fueron detenidos arbitrariamente entre octubre de 2023 y enero de 2024, mientras que 31 clérigos fueron desterrados.
Entre los ejemplos de arrestos incluidos en el informe figura el caso de un hombre de 70 años detenido en la ciudad de Matagalpa en octubre de 2023, después de criticar al Gobierno en conversaciones informales. Nadie supo de su paradero hasta pasado un mes y finalmente fue condenado a siete años de prisión por tráfico de armas, en un proceso sin las garantías suficientes.
A nivel Legislativo, la presión también aumenta. La semana pasada, el oficialismo propuso un Proyecto de Ley para poder procesar a personas en el extranjero sospechosas de diversos delitos, incluido el terrorismo, y la ONU teme que esta reforma sirva como otra herramienta más de represión e intimidación al servicio del Gobierno de Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo.
PRÓXIMAS ELECCIONES, UNA “OPORTUNIDAD”
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, considera “preocupante” la creciente merma del espacio cívico en el país centroamericano, en un contexto en el que “el ejercicio de los derechos civiles y políticos fundamentales se está volviendo cada vez más difícil”. Por ello, reclamó la liberación de los detenidos de forma arbitraria, el retorno de los exiliados y el final de los abusos, además que todos los responsables rindan cuentas. (Europa Press)
Nicaragua estará llamada de nuevo a las urnas en 2026, “una nueva oportunidad” según Turk de revertir las actuales políticas. “Es crucial que el derecho a la participación política se respete plenamente para que los y las nicaragüenses puedan decidir con seguridad y libertad el futuro de su país”, apuntó.PIE DE FOTO
CREDITO: