La oficina de la Coordinadora Especial de la ONU para el Líbano y la Fuerza Provisional del organismo en ese país, hicieron un llamado a ambas partes “para que cesen el fuego y se abstengan de realizar más acciones escalatorias”.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió una desescalada del conflicto en el Medio Oriente, después de que Israel atacara a Hezbollah en el sur del Líbano tras detectar serias amenazas de ataques masivos por parte del grupo terrorista.
La oficina de la Coordinadora Especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (Unifil), “hace un llamado a todos para que cesen el fuego y se abstengan de realizar más acciones escalatorias”, indicaron en un comunicado conjunto, describiendo los últimos acontecimientos como “preocupantes”.
“El retorno al cese de hostilidades, seguido de la implementación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, es el único camino sostenible a seguir”, agrega el texto.
La resolución puso fin a un conflicto en 2006 entre Israel y Hezbollah y pidió que el ejército libanés y los Cascos Azules de las Naciones Unidas fueran las únicas fuerzas armadas desplegadas en el sur del Líbano.
La nota afirmó, además, que Hennis-Plasschaert y el comandante de los Cascos Azules en el Líbano, el general español Aroldo Lázaro, seguirán “manteniendo contactos para instar firmemente a que haya una desescalada”.
Por su parte, el primer ministro libanés, Najib Mikati, dijo a los ministros en una reunión de emergencia que había estado manteniendo “una serie de contactos con los amigos del Líbano para detener la escalada”.
Mikati también enfatizó el “apoyo del Líbano a los esfuerzos internacionales que podrían llevar a un alto el fuego en Gaza”, según el comunicado.
Hezbollah, respaldado por el régimen de Irán, intercambió disparos regulares con Israel en apoyo a su aliado Hamás. Esto sucede desde que el ataque del grupo terrorista palestino contra Israel el 7 de octubre desencadenó la guerra en Gaza.
Al menos tres personas, entre ellas un combatiente de una formación armada, murieron ayer en una serie de bombardeos a gran escala de Israel en el sur del Líbano, efectuados de forma “preventiva” ante el lanzamiento de un ataque aéreo masivo de represalia de Hizbulá, informó el Ministerio de Salud Pública libanés.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó que la Fuerza Aérea utilizó unos 100 aviones de combate para atacar miles de lanzacohetes de Hezbollah en el Líbano que apuntaban al norte y al centro de Israel, con el objetivo de “frustrar un inminente ataque masivo” del grupo armado.
Hezbollah lanzó su “respuesta inicial” a la muerte de su máximo comandante, Fuad Shukr, asesinado a finales de julio en un bombardeo israelí a las afueras de Beirut, en el que perecieron otras seis personas.
El ataque, que la agrupación chií ha dado por finalizado hoy (ayer), consistió en el lanzamiento de más de 320 cohetes Katyusha contra un total de 11 cuarteles y emplazamientos militares de Israel, para “facilitar el paso de drones de ataque hacia sus objetivos previstos en las profundidades” del Estado judío.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Charles K. Brown Jr., llegó a Israel para reunirse con los principales responsables militares de esa nación.
Se entrevistará con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, Herzi Halevi, y con otros mandos del Estado Mayor local, según un comunicado militar.
Halevi y Brown abordarán “cuestiones estratégicas y de seguridad en torno al despliegue conjunto en la región, como parte de la respuesta a las amenazas en Oriente Próximo”.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán profundizando sus relaciones con las Fuerzas Armadas estadounidenses y su compromiso de fortalecer la estabilidad regional y la coordinación entre los dos ejércitos”, resaltó Brown. (Infobae)