Un grupo de expertos independientes de Naciones Unidas, determinó ayer que las condiciones soportadas en prisión por el periodista guatemalteco, José Rubén Zamora, quien fue sometido a casi veinte meses de confinamiento solitario «en una oscuridad casi constante», pueden equivaler a tortura.
«Soportó diferentes formas de trato inhumano o degradante, incluida la privación del sueño, la desnudez forzada, registros arbitrarios en su celda y la falta de respuesta a una infestación de ácaros en su celda», señala en un comunicado.
En este sentido, aseguró que estas deplorables condiciones penitenciarias «han provocado un grave deterioro de su salud física y mental, una rápida pérdida de peso» y un notable deterioro de la vista. «Según los informes, también se agravó un trastorno neurológico subyacente de polineuropatía que padece», destacó.
El grupo de expertos señaló que Zamora, «como toda persona privada de libertad, tiene derecho a ser tratado con dignidad y humanidad». «Las condiciones denunciadas que experimentó Zamora violarían la prohibición absoluta de la tortura y/u otros tratos o penas crueles, inhumanos o de castigo», enfatizó.
Los expertos trasladaron también su preocupación por las aparentes violaciones de sus derechos durante el proceso judicial y las irregularidades registradas, por lo que pidieron a las autoridades que aborden «urgentemente» todas estas denuncias.
«Nos preocupa igualmente que los cargos en su contra estén relacionados con su trabajo como periodista de investigación y anticorrupción y que tales tácticas tengan un efecto paralizador en otros periodistas del país, impidiéndoles ejercer su derecho a informar libremente y sin miedo a represalias», destacó.
Zamora lleva en prisión preventiva a la espera de juicio más de año y medio. Un tribunal guatemalteco le concedió el arresto domiciliario el lunes, aunque permanecerá en prisión por otro caso abierto en su contra. La Fiscalía acusa al informador de obstruir el proceso judicial y utilizar documentos falsificados.
El periodista fue condenado a seis años de prisión por un caso de lavado de dinero, si bien la Justicia le absolvió de los cargos de chantaje y tráfico de influencias por falta de pruebas. Más tarde, un tribunal guatemalteco anuló la sentencia.
El periodista, exdirector de elPeriódico, fue arrestado en julio de 2022 después de que un tribunal de primera instancia autorizase una orden de captura en su contra, así como el allanamiento de su domicilio y también de las oficinas del periódico, que cerró tras denunciar una «persecución» en contra de sus periodistas. (Europa Press)