El director Tedros Adhanom Ghebreyesus sostuvo que la posibilidad de una mayor propagación es “muy preocupante” e instó a “una respuesta internacional coordinada”.
El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, instó ayer a los países europeos a mejorar los controles para detectar casos de Mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, tras el positivo en Suecia y considerada como una cepa más grave.
“Como señalamos anteriormente, era solo cuestión de tiempo antes de que el Clado I de Mpox, que parece ser más severo que el Clado II, se detectará en otras regiones dado nuestro mundo interconectado”, señaló en la red social X.
Kluge ha pedido a los países “asesoramiento sanitario público”, así como fortalecer el acceso a las vacunas y los antivirales. “No menos importante: instó a los gobiernos, a las autoridades sanitarias y al público en general a no estigmatizar ni discriminar a ninguna persona o comunidad afectada por Mpox”, agregó.
Asimismo, felicitó al ministro de Salud sueco, Jakob Forssmed, por demostrar “transparencia” a la hora de comunicar el caso positivo. “Es una prueba de un sistema de vigilancia Mpox sólido: un ejemplo a seguir para todos los países”, enfatizó.
Las autoridades de Suecia han confirmado ayer un primer caso de Mpox de una nueva cepa más grave, después de que la OMS decretara la emergencia sanitaria internacional en la víspera. Es el primer positivo fuera del continente africano.
La directora general de la Junta Nacional Sueca de Salud y Bienestar, Olivia Wigzell, ha detallado en una rueda de prensa que la persona se contagió precisamente durante un viaje a una zona de África con un brote de Clado I activo.
ALTAMENTE
INFECCIOSA
La Organización Mundial de la Salud ha declarado la enfermedad altamente infecciosa Mpox, como una emergencia sanitaria internacional por segunda vez en dos años.
Antes conocida como viruela del mono, esta afección ha matado al menos 450 personas en un reciente brote originado en la República Democrática del Congo.
Ahora se ha extendido por partes de África central y oriental, y los científicos advierten de la velocidad de propagación y alta tasa de mortalidad de la nueva variante.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la posibilidad de una mayor propagación es “muy preocupante” e instó a “una respuesta internacional coordinada”.
El virus se transmitía originalmente de animales a humanos, pero ahora también se contagia entre personas.
Su incidencia es mayor en aldeas remotas de las selvas tropicales de África, en países como la República Democrática del Congo. En estas regiones se dan cada año miles de casos y cientos de muertes por la enfermedad, que afecta especialmente a los niños menores de 15 años.
Se han detectado en circulación dos cepas principales del virus.
El “clado 1” es endémico en África central, mientras el “clado 1b” es el nuevo tipo de virus, más agresivo, causante del brote actual.
Los Centros de Control y Prevención (CDC) de África certificaron más de 14.500 infecciones y más de 450 muertes por Mpox entre principios de 2024 y finales de julio.
Esto supone un aumento del 160% en las infecciones y del 19% en las muertes, en comparación con el mismo período de 2023.
Si bien el 96% de los casos de Mpox se producen en la República Democrática del Congo, la enfermedad se ha propagado a muchos países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, donde no se considera una enfermedad endémica.
Una cepa más leve de Mpox llamada “Clado II”, que existe en África occidental, provocó un brote mundial en 2022.
Se propagó a casi 100 países, algunos de ellos en Europa y Asia donde el virus era hasta entonces desconocido, pero se controló vacunando a los grupos vulnerables.
El acceso a las vacunas y tratamientos contra la Mpox en la República Democrática del Congo es limitado y los funcionarios de salud han expresado su preocupación por la propagación de la enfermedad. (Europa Press/BBC)