Mientras intenta hacer caja con el trabajo exportado, el régimen habría perdido cerca de 99.000 profesionales de la salud que decidieron abandonar sus puestos.
El Gobierno de México pagó a su aliado cubano más de 472,4 millones de pesos mexicanos (más de 23,2 millones de euros) entre julio de 2022 y en diciembre de 2023 por 610 médicos contratados para llevar servicios de salud a zonas rurales, reveló el diario El Universal.
La suma fue entregada en euros mediante tres convenios divididos en 10, dos y cinco meses a la estatal Comercializadora de Servicios Cubanos SA, informó al medio mexicano el Instituto del Seguro Social (IMSS), que declaró desconocer cuánto dinero del total entró directamente al salario de los médicos.
El IMSS precisó que “el procedimiento de contratación pertenece absolutamente a la empresa con sede en Cuba” y añadió que también “desconoce a qué unidades médicas están adscritos actualmente dichos profesionales de la salud, toda vez que no mantiene relación laboral con ellos, ni dirige sus actividades”.
El Universal también reveló que del total de 809 especialistas de la Isla que arribaron a México entre julio de 2022 y agosto de 2023, hasta diciembre del año pasado al menos “48 especialistas desertaron de sus actividades por motivos que no se especifican y cuyo paradero se desconoce”.
En enero de este año, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) de México, denunció que el Gobierno cubano retuvo el 94,4% del salario de los médicos enviados durante la pandemia de covid-19.
El 16 de julio de 2024, durante la conferencia diaria matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Zoé Robledo, titular del IMSS, señaló que hasta esa fecha 950 médicos cubanos se encontraban trabajando en 23 estados mexicanos y que, a través de la firma de un nuevo convenio iban a llegar al país 2.700 nuevos especialistas que escasean en Cuba y que en el país vecino “fortalecen la atención médica de pacientes sin seguridad social en los programas del IMSS-Bienestar”.
La exportación de servicios médicos es una de las fuentes fundamentales de divisas del régimen cubano, que fue denunciado por gobiernos y organizaciones internacionales, debido a las condiciones de “trabajo forzado” a las que somete a sus profesionales.
Mientras el régimen se enriquece con los salarios de quienes envía afuera, que supuestamente deberían invertirse en las infraestructuras y recursos de Salud Pública, los cubanos sufren la falta de los profesionales necesarios en los hospitales y centros de salud de la Isla. En 2022, en el país había 12.000 médicos menos, según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y las bajas en el sector habrían alcanzado 99.000 en cinco años.
El doctor Ernesto Cordoví, quien hasta hace poco se desempeñó como director del Hospital Ginecobstétrico de Diez de Octubre en La Habana, afirmó en una publicación en su perfil de Facebook que desde el año 2019 hasta la fecha abandonaron el Sistema Nacional de Salud cerca de 99.000 profesionales del sector, de ellos 40.000 médicos.
Sin precisar de dónde extrajo los datos, Cordoví sostuvo que de los 40.000 médicos que dejaron el sistema, 36.000 son especialistas altamente cualificados. “Significaría que se necesitan años para poder reponer o formar esa fuga”, opinó el médico, quien recientemente estuvo en el centro de una polémica por falta de ética en el caso de una embarazada fallecida.
“La tendencia es a irse al exterior, aunque hay un gran porcentaje trabajando en el sector no estatal”, aseveró, citando factores que son de conocimiento público.
Según el médico, “entre las especialidades más anémicas se encuentran Anestesiología y Reanimación, Neonatología, Ginecología y Obstetricia, Pediatría, Medicina Interna, Cirugía, Neurocirugía, entre otras”.
“Lo peor y que más me preocupa es que la tendencia va en ascenso, no hay una política para frenarla y motivar a los profesionales a quedarse, los jóvenes por miedo a que los regulen no hacen las especialidades que más necesitan ahora mismo las instituciones. De continuar así la tendencia tendremos en un no muy lejano tiempo, un problema más profundo de lo que tenemos ahora mismo (que ya es bastante serio), no se avizora luz detrás del túnel”, concluyó.
Varios profesionales de la salud comentaron en la publicación y dejaron manifiesto su descontento con las condiciones materiales con las que actualmente trabajan en la Isla.
El pediatra, Yaisnel Almaguer Licea, escribió: “Es triste trabajar en un cuerpo de guardia y que no tengas cómo resolver un problema, por muy sencillo que sea, por las razones que ya sabemos, y lo otro que nos golpea y nos obliga a abandonar lo que tanto sacrificio nos costó es el tema salario. Ya con 6.000 pesos, no alcanza ni para la merienda de mi hija para dos días. Ya hay más médicos en los negocios privados que en hospitales y consultorios”. (DDC)