El régimen de Nicolás Maduro intenta escribir un nuevo episodio de incertidumbre entre la sociedad civil venezolana, a pesar de los compromisos asumidos en el acuerdo de Barbados y tras el éxito de las elecciones primarias de la oposición.
Moviendo sus hilos en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la dictadura de Caracas optó esta vez por anular todo acto relacionado con la elección de María Corina Machado como candidata del antichavismo para 2024, una jugada que la Plataforma Unitaria (PU) aseguró que dejó al país inmerso en un “momento de esperanza”.
Pero, a poco más de una semana de los comicios internos, el Poder Judicial ordenó la suspensión de todos los efectos de las distintas fases del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primarias (CNP).
UN HECHO CIERTO
Para los miembros de la oposición, la medida de la Alta Corte carece de absoluta validez por considerar, de entrada, que las primarias son un hecho cierto que no puede ser revertido: las primarias se realizaron y María Corina Machado ya es su candidata para el 2024.
Los adversarios del régimen de Caracas consideran que nada ni nadie puede desconocer los resultados y sus efectos políticos de las primarias. “Es muy claro: el Gobierno perdió y el país ganó”, sentenció.
“NO LO VIERON VENIR”
Casi dos millones y medio de ciudadanos participaron en la consulta popular de la oposición, cuya celebración fue puesta en duda como parte de la campaña de saboteo emprendida por el régimen.
Para la exdiputada, el chavismo desestimó las posibilidades de éxito de la convocatoria opositora y la sentencia del Tribunal es una reacción al contundente resultado.
El apoyo internacional y las consecuencias
Al igual que ocurrió en el pasado, la oposición cuenta en esta batalla contra el chavismo con el respaldo de la comunidad internacional.
Este convenio, suscrito por los representantes del régimen venezolano y la oposición incluye también las garantías del levantamiento de la inhabilitación política que fue impuesta contra María Corina Machado.
El acuerdo de Barbados, del que pocos detalles se conocen, es la principal garantía de la oposición para llevar a Machado a las urnas en las elecciones que deberían realizarse en Venezuela el próximo año.
Estados Unidos, que actúa como garante de la Plataforma Unitaria en las negociaciones, levantó temporalmente algunas de las sanciones que pesan sobre el régimen venezolano a cambio de garantías electorales que faciliten el restablecimiento de la democracia.
Pero, Washington no vio con buenos ojos la señal lanzada por el chavismo a través del Poder Judicial contra las primarias, y advirtió que tomará decisiones si no se respetan los puntos acordados en Barbados.
El gobierno de Estados Unidos tomará medidas si Maduro y sus representantes no cumplen con sus compromisos de la hoja de ruta electoral de cara a los comicios de 2024, declaró un vocero del Departamento de Estado a la prensa tras conocerse la decisión del TSJ.
El levantamiento temporal de las sanciones implica una bocanada de aire para un régimen que se caracterizó por el populismo y severos escándalos de corrupción.
Retroceder en este asunto implica perder el flujo de ingresos para un sistema en crisis, empobrecido, carente de legalidad y que, además, deberá medirse en las urnas el próximo año. (Infobae)