Los estados de Somalia Sudoccidental y Jubaland, en el sur del país, han sido los más golpeados, así como el estado de Hirshabelle (centro), donde las lluvias provocaron el desplazamiento de 11.700 personas. En total, más de 700.000 somalíes sufrieron las consecuencias del temporal.
La OCHA señaló en un comunicado que se estima que hay 2.400 personas atrapadas por las inundaciones en la ciudad de Luuq, mientras que en Bardera las autoridades locales solicitaron ayuda urgente para más de 14.000 familias que se quedaron aisladas.
Las inundaciones no solo provocaron una interrupción en el tráfico por carretera o cortes en los servicios de electricidad e internet, sino que también ocasionaron que la leña y el carbón hayan subido de precio desde los tres hasta los 12 dólares en los últimos días.
«Los socios humanitarios y las autoridades están trabajando para responder a la evolución de la situación. Las autoridades federales solicitaron a la comunidad somalí, especialmente a la comunidad empresarial, que apoyen a las personas afectadas», agregó la OCHA en su comunicado.
Cabe recordar también que estas lluvias se insertan dentro del clima extremo de Somalia, donde coexisten las fuertes precipitaciones con los meses de sequía. Estimaciones para este año de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), pronostican una probabilidad del 50 por ciento de precipitaciones por debajo de lo normal en la mayor parte de Somalia. (Europa Press)