Israel conmemoró ayer el primer aniversario del mortífero ataque del movimiento islamista palestino Hamás del 7 de octubre de 2023, con vigilias en honor a las víctimas y manifestaciones para exigir el retorno de los rehenes.
Además, de Sídney a Berlín y de Buenos Aires a Nueva York, se realizarán concentraciones o ceremonias para marcar el aniversario del ataque de Hamás (calificada de organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros), que desató la actual guerra en la Franja de Gaza.
En total murieron 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la agencia AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Los islamistas capturaron además a 251 personas, de las cuales 101 siguen cautivas en Gaza y 34 de ellas habrían muerto, según el Ejército.
Las conmemoraciones comenzaron en Reim, el lugar del festival de música Nova, donde al menos 370 personas murieron, con un minuto de silencio a las 06:29 (03H29 GMT), la hora exacta en la que comenzó el peor ataque de la historia reciente de Israel.
El lugar permanece en gran parte intacto, con decenas de vehículos calcinados, tiendas de campaña, sacos de dormir y ropa dispersa por el campo.
El presidente israelí, Isaac Herzog, presente en Reim junto a familias de las víctimas, instó al mundo a «apoyar a Israel» para alcanzar la paz.
Poco después del inicio de la ceremonia, cuatro misiles fueron lanzados desde Gaza, tres de los cuales fueron interceptados y otro cayó en una zona despoblada, indicó el ejército israelí. También resonaron sirenas antiaéreas en Tel Aviv tras cohetes lanzados desde el territorio palestino.
El brazo armado de Hamás reivindicó la autoría de estos disparos.
También en la ciudad de Tel Aviv, familiares de rehenes y simpatizantes se concentraron antes del amanecer para pedir el regreso de sus seres queridos, portando pancartas y carteles con sus fotografías.
RESPUESTA DE ISRAEL
El 7 de octubre de 2023, comandos de Hamás infiltrados desde Gaza ingresaron al sur de Israel. Utilizaron explosivos y excavadoras para traspasar la barrera que rodea el territorio palestino y mataron indiscriminadamente en kibutz, bases militares y en el sitio del festival Nova.
En respuesta, el Ejército israelí lanzó una poderosa ofensiva contra la Franja de Gaza con el objetivo de destruir a Hamás.
Desde entonces, al menos 41.870 palestinos murieron, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás desde 2007, que la ONU considera fiables.
En Líbano, el movimiento islamista proiraní Hezbolá abrió el 8 de octubre de 2023 un frente contra Israel en el sur, en la frontera entre ambos países, en apoyo a su aliado Hamás.
Israel desplazó desde mediados de septiembre el grueso de sus operaciones militares hacia el norte, en la frontera con Líbano, con el objetivo de atajar los tiros de cohetes de Hezbolá y permitir que regresen a casa miles de habitantes del norte.
El Ejército israelí informó el lunes que desplegó una tercera división para participar en las operaciones en Líbano.
Desde octubre de 2023, más de 2.000 personas murieron en Líbano, de las cuales más de un millar desde que se intensificaron los bombardeos israelíes el 23 de septiembre, según las autoridades. Alrededor de 1,2 millones de personas fueron desplazadas.
GRUPO HEZBOLÁ
Hezbolá prometió seguir combatiente la «agresión» de Israel y calificó al país de «ente canceroso» que debe ser «eliminado». La poderosa milicia asegura que abrió el frente contra Israel para «defender a Líbano», aunque reconoció que pagó «un alto precio».
La ofensiva israelí en Gaza continúa pese a los múltiples intentos de alcanzar un alto el fuego.
Pese a la destrucción y los muertos, Hamás celebró el ataque del 7 de octubre, que según un alto cargo del grupo «amenazó la existencia» de Israel.
El Ejército israelí señaló que ayer había bombardeado el hospital Al Aqsa de Deir Al Balah, en el centro de Gaza, tras afirmar que albergaba centros de comando de Hamás.
En la misma ciudad, al menos 26 personas murieron en el bombardeo de una mezquita y una escuela que albergaban desplazados, según el Ministerio de Salud de Gaza.
REACCIONES
El canciller alemán, Olaf Scholz manifestó su compromiso con un alto al fuego en la guerra en la Franja de Gaza, consecuencia del atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de hace un año, para poder así liberar a los secuestrados israelíes y frenar la escalada bélica en Oriente Medio.
«El Gobierno federal insiste en defender un alto al fuego que debe materializarse de forma definitiva para la protección de la población civil en la Franja de Gaza y para que se la pueda abastecer mejor, y también para que por fin los secuestrados israelíes puedan ser liberados», sostuvo Scholz en un mensaje en sus redes sociales.
El primer ministro en funciones de Bélgica, Alexander de Croo, reclamó ayer «un alto el fuego en todos los frentes», coincidiendo con el aniversario del ataque terrorista del grupo islamista Hamás contra Israel y la posterior ofensiva de Tel Aviv sobre Gaza, Líbano y otros puntos de la región.
«Es hora de un alto el fuego en todos los frentes», afirmó el liberal De Croo en su cuenta en la plataforma X.
El primer ministro en funciones de Bélgica se solidarizó también con las «víctimas del terrible ataque terrorista de Hamás contra Israel ocurrido el año pasado» y reiteró el llamamiento de Bruselas «para la liberación de todos los rehenes».
«Los civiles inocentes sufrieron demasiado y es necesario respetar los derechos humanos», agregó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, estimó ayer que «el dolor sigue igual de vivo un año después» del ataque del movimiento islamista palestino Hamás en Israel.
«El dolor sigue igual de vivo un año después. El del pueblo israelí, el nuestro, el de la humanidad herida», escribió Macron en la red social X. El mandatario francés también tuvo palabras para las víctimas, los rehenes y «las familias cuyos corazones están rotos por la ausencia o la espera».
Macron desató una polémica el sábado al llamar a que los países dejen de «entregar armas (a Israel) para combatir en Gaza» y facilitar así una «solución política». Pero el domingo, en una llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó el «compromiso inquebrantable» de Francia con la seguridad de Israel.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, considera que la acusación de Israel, que cree que España «se convirtió en un paraíso para sembrar el odio e incitar a la destrucción» de ese país, está «fuera de lugar» e insta a que si se piensa que hubo antisemitismo en alguna protesta contra la guerra, se denuncie como delito de odio ante la Fiscalía.
«Esa afirmación está fuera de todo lugar: España es un país de tolerancia, es un país donde uno puede vivir en libertad y tener libertad de expresión y donde cualquier forma de incitación al odio y, por supuesto, el antisemitismo no solo son ampliamente rechazadas por toda la sociedad española, sino que también están en el Código Penal», afirmó el ministro en una entrevista concedida a TVE.
Albares aprovechó para condenar de forma «tajante» el «brutal atentado terrorista de Hamás», pero también rechazó la posterior respuesta israelí y subrayó que la postura oficial de España es «que termine la guerra», «esta guerra horrible que se está cobrando miles y miles y miles de vidas inocentes, primero en Gaza de palestinos y ahora en Líbano», sostuvo.
MANIFESTACIONES
Decenas de miles de personas se manifestaron el pasado fin de semana en todo el mundo para pedir un alto el fuego en Gaza y Líbano, y el retorno de los rehenes israelíes, con motivo del primer aniversario de la guerra entre Israel y Hamás.
Simpatizantes propalestinos salieron a las calles en ciudades de los cinco continentes para exigir el fin de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. (Dw, Afp y Efe)