Fuerzas israelíes ampliaron ayer su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, donde libró fuertes combates con milicianos del grupo Hamás y envió decenas de tanques que realizaron una breve incursión en la periferia de la mayor ciudad de este territorio palestino bajo asedio.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) y autoridades hospitalarias de la Franja de Gaza denunciaron ataques aéreos de Israel cerca de desbordados hospitales, donde miles de palestinos han buscado refugio entre miles de heridos.
Al caer la noche, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que el Ejército avanzaba en Gaza «metódicamente», descartó un alto el fuego y volvió a clamar por la liberación de los más de 200 rehenes de Hamas en Gaza, tanto israelíes como extranjeros.
Sus declaraciones llegaron poco después de que Israel dijera que una soldado que estaba cautiva de Hamas fue liberada durante las operaciones militares en Gaza, al parecer el primer rehén liberado desde que el Ejército israelí inició sus incursiones terrestres en el enclave palestino.
El Ejército dijo en un comunicado que la soldado Ori Megidish «fue sometida a chequeos médicos, está bien y se ha reunido con su familia», pero no dio más detalles.
Horas antes, Hamás difundió un breve video que mostró a tres mujeres a las que tomó de rehenes en sus ataques en Israel del 7 de octubre, que desataron la actual escalada, y en el que una de ellas, posiblemente obligada, pide un canje de prisioneros y critica la ofensiva israelí en Gaza.
El Ejército de Israel intensificó los bombardeos y de las acciones terrestres más de tres semanas después de que estallara el conflicto por los ataques de Hamás, en los que cientos de milicianos infiltrados desde Gaza asesinaron a más de 1.4000 personas, en su mayoría civiles.
Después de que Israel anunció una «nueva fase» de su ofensiva contra Hamás de respuesta a los ataques, ha crecido la preocupación de una escalada regional mientras se multiplican enfrentamientos con el grupo islamista libanés Hezbollah en la frontera con el Líbano.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, afirmó ayer que haría lo posible para evitar que su país «entre en la guerra».
La violencia también aumentó en los territorios que Israel ocupa a los palestinos en Cisjordania, donde el Gobierno autónomo palestino del presidente Mahmud Abbas reportó 120 muertos desde el 7 de octubre, incluyendo otros cinco baleados ayer por soldados israelíes durante operativos.
En Gaza, sus 2,4 millones de habitantes están bajo un «asedio total» desde el 9 de octubre, casi sin luz ni alimentos ni combustibles.
Los bombardeos de represalia de Israel provocaron más de 8.300 muertos en Gaza, incluyendo 3.457 niños, según el último balance del Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamas desde 2007.
Este lunes, «decenas» de tanques israelíes realizaron una breve incursión en las afueras del distrito de Zeitun, en la periferia de la Ciudad de Gaza, indicaron testigos.
«Cortaron la carretera de Saladino y dispararon contra cualquier vehículo», afirmó uno de los testigos a la agencia de noticias AFP.
El Ejército israelí indicó que bombardeó más de 600 objetivos en las últimas 24 horas y reivindicó que sus soldados mataron a «decenas» de combatientes en enfrentamientos durante la noche en la Franja de Gaza.
En tanto, en Jerusalén, entre Israel y Cisjordania, hoy sonaron las sirenas de alerta antiaérea y se escucharon detonaciones luego de que, durante la mañana, un palestino que apuñaló a un policía israelí murió baleado por las fuerzas de seguridad en el sector oriental de la ciudad.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) informó el fin de semana de que miles de personas saquearon varios de sus centros de acopio en Gaza en busca de harina o productos de higiene.
La ONU indicó que los 10 hospitales que hay en el norte de la Gaza recibieron advertencias de evacuación de Israel, pese a que hay internados miles de pacientes y cerca de 117.000 refugiados que buscan protección frente a los bombardeos.
Entre los pacientes hay personas en cuidados intensivos, bebés y ancianos conectados a sistemas de soporte vital.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que el llamado a evacuar el hospital de Al Quds de Ciudad de Gaza era «muy preocupante».
«Es imposible evacuar hospitales llenos de pacientes sin poner en riesgo sus vidas», afirmó el jefe de esta agencia de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La ONU calcula que hay cerca de 1,4 millones de desplazados dentro de la Franja de Gaza.
En Israel, la atención se centra en el destino de los más de 230 rehenes capturados por Hamás, según las cifras de las autoridades israelíes.
En el video de las tres rehenes israelíes publicado por Hamas, una de ellas se dirige en hebreo a Netanyahu y le pide que acepte un canje de prisioneros para obtener su liberación.
Netanyahu tildó el video de «propaganda psicológica cruel».
En rueda de prensa en Tel Aviv, el premier dijo que las fuerzas israelíes «extendieron su entrada terrestre en la Franja de Gaza, lo están haciendo por etapas moderadas y muy potentes, avanzando metódicamente paso a paso».
«Los llamados a un alto el fuego son llamados a Israel a rendirse frente a Hamás. Eso no ocurrirá», sentenció Netanyahu, quien agregó que el mundo debía pedir la liberación «inmediata y sin condiciones» de todos los rehenes de Hamás en Gaza.
Más temprano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel informó de la muerte de Shani Louk, una alemana-israelí de 23 años que había sido capturada por milicianos de Hamas en una fiesta de música electrónica en Israel el 7 de octubre y llevada luego a Gaza.
Su madre, Ricarda Louk, dijo al medio alemán RTL/nt-v que el cuerpo de su hija no había sido encontrado, pero que se había hallado una parte de su cráneo del que se extrajeron muestras de ADN que se corresponden con el de Shani.
La mujer dijo creer que su hija había muerto durante los ataques de Hamás o poco después, posiblemente de un disparo en la cabeza.
«Por lo menos no sufrió», declaró.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que la situación es «cada vez más desesperada» en la Franja de Gaza y expresó su preocupación por el «castigo colectivo» infligido a los palestinos por Israel.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió en un llamado al primer ministro israelí que el país tiene el derecho de defenderse, pero debe respetar «el derecho internacional humanitario que prioriza la protección de los civiles».
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, advirtió que impedir la llegada de ayuda a Gaza «puede constituir un crimen».
Gaza recibió ayer 117 camiones de ayuda con agua, alimento y suministros médicos, según la OCHA, la agencia humanitaria de la ONU, que estima que este flujo es insuficiente. (Télam)