El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, afirmó ayer que los países musulmanes deben armar a los palestinos de Gaza, y llamó a imponer un boicot económico y energético a Israel.
«Los países musulmanes deben armar a los palestinos si continúan los ataques contra el pueblo de Gaza», dijo Raisi en un discurso en la cumbre árabe-islámica que se celebra en Riad, con la participación de decenas de jefes de Estado árabes y de países de mayoría musulmana.
El mandatario iraní llamó además a imponer un boicot económico y energético contra Israel por los bombardeos contra Gaza: «El comercio y la cooperación con el régimen sionista debe ser paralizado y se debe embargar los productos israelíes», sostuvo el político iraní.
Raisi se unió a otros líderes musulmanes en la petición de un alto al fuego y que se permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
Además afirmó que las fuerzas israelíes deben abandonar Gaza, ser calificadas como «terroristas» y los «criminales de guerra» deben ser juzgados en tribunales internacionales. Como «solución sostenible» al conflicto israelí-palestino. Raisi propuso el establecimiento de un Estado Palestino desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo), lo que significaría la desaparición del Estado de Israel.
Y una vez más, mostró su apoyo a los palestinos que luchan contra los israelíes, que calificó de un movimiento de liberación. «Besamos la mano y el brazo del heroico Hamás, y saludamos la voluntad férrea del resistente pueblo de Gaza», dijo Raisi.
Este respaldo de Irán a Hamás se inscribe en una larga historia de apoyo a movimientos y grupos antiisraelíes en la región y al compromiso iraní con la causa palestina, explica la revista Foreing Affairs en un artículo que repasa los objetivos inmediatos del régimen persa en este conflicto. Esta relación se mantuvo a pesar de diferencias ideológicas y sectarias entre Irán, un país chiita, y grupos sunitas como Hamás, algo que permitió a Teherán extender su influencia en la región y fortalecer su posición en la lucha contra Israel.
Según el análisis de Mohammad Ayatollahi Tabaar, un destacado experto en temas iraníes de la Harvard Kennedy School de EEUU, uno de los objetivos principales del régimen persa es fortalecer a Hamás y la Yihad Islámica Palestina, otro grupo terrorista respaldado por Teherán. Irán busca que estos grupos infligan daños significativos a Israel y eviten su victoria en Gaza, disuadiendo así a las Fuerzas de Defensa (IDF, por sus siglas en inglés) de futuros ataques masivos en territorios palestinos.
Irán también espera que Hamás como grupo militante victorioso, pueda ascender al poder en Cisjordania, lo que serviría para disuadir a los colonos israelíes en esa zona. Incluso si no logran tomar el control de otros territorios palestinos, una victoria en Gaza permitiría a Hamás y la Yihad Islámica Palestina expandir su influencia más allá de Gaza, ganando popularidad en Cisjordania y Jerusalén Este, de acuerdo a Tabaar.
En definitiva, el conflicto en Gaza se presenta como una oportunidad para Irán, en un momento en el que busca fortalecer su posición en el Oriente Medio. El régimen persa, explica Tabaar, ve la solidaridad que suscita la causa palestina como una forma de reivindicar liderazgo moral y destacarse en un mundo que, según su percepción, está alejándose de Occidente. (Infobae)