«Las brigadas Ezzedin Al Qasam estiman que el número de rehenes sionistas que murieron en la Franja de Gaza a raíz de los bombardeos y masacres alcanzó cerca de 50», indicó el grupo en un mensaje en Telegram, sin dar más detalles.
En su ofensiva sin precedentes, Hamás secuestró a unas 220 personas, la mayoría israelíes, pero también extranjeros o ciudadanos con doble nacionalidad.
En ese marco, desde el inicio del conflicto el número de muertos argentinos asciende a nueve, con 21 desaparecidos. Entre estos últimos hay dos hermanos, Iair y Eitan, hijos del periodista y educador argentino-israelí Itzik Horn.
En los últimos días, Hamás puso en libertad a cuatro rehenes: la madre e hija Judith y Natalie Raanan, con nacionalidad estadounidense, y las israelíes, Yocheved Lifshitz y Nurit Cooper.
En respuesta al ataque del movimiento palestino, que dejó unos 1.400 muertos, la mayoría civiles, el Ejército israelí movilizó a más 300.000 reservistas y lanzó varias oleadas de bombardeos sobre la Franja de Gaza.
Más de 7.000 palestinos murieron en el enclave por esa ofensiva aérea y unas 200.000 viviendas resultaron destruidas total o parcialmente, informaron el movimiento islamista y el Gobierno autónomo palestino.
La fuerza dijo en un comunicado que, antes de volver a salir del enclave, llevó a cabo una operación selectiva con tanques en el norte de la Franja de Gaza, como parte de los preparativos para las siguientes fases de combate.
«Las fuerzas israelíes localizaron y atacaron a numerosos terroristas, infraestructura y puestos de lanzamiento de misiles antitanque, y prepararon el campo de batalla», prosiguió el comunicado.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en que, junto a los intensos bombardeos contra Gaza lanzados desde hace más de dos semanas, están preparando una ofensiva terrestre. (El Ciudadano)