La incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk continuó ayer por sexto día consecutivo, en una ofensiva que no tiene precedentes. Varias unidades militares ucranianas de Kiev ya se adentraron unos 30 kilómetros en suelo ruso sin que Moscú logre detenerlas.
En una aparente señal de lo lejos que han logrado avanzar algunas unidades durante el ataque, el Ministerio de Defensa de Moscú dijo que alcanzó a fuerzas enemigas cerca de las aldeas de Tolpino y Obshchy Kolodez, que están a unos 25 km y 30 km de la frontera entre Rusia y Ucrania.
Más temprano, las autoridades rusas también reconocieron que las tropas de Kiev ingresaron en el Distrito de Belovsky, colindante con la vecina Sudzha, la localidad por donde entraron en Rusia el martes pasado.
“Ayer (sábado) se registró la entrada de un grupo subversivo ucraniano en el territorio del Distrito de Belovsky, nuestros defensores lograron estabilizar la situación”, escribió el gobernador en funciones de Kursk, Alexei Smirnov, en su canal de Telegram.
“Es importante no dejarse llevar por el pánico. Pero si quieren abandonar voluntariamente el distrito, lo pueden hacer”, sostuvo Smirnov, quien llamó a los lugareños a contactar con autoridades locales o llamar a una línea telefónica especial para informarse sobre las posibilidades de evacuación.
Según datos oficiales, al menos 76.000 personas abandonaron desde el martes pasado las localidades próximas a la frontera con Ucrania en la región de Kursk.
A la vez, las autoridades de otra región fronteriza, Belgorod, también informaron ayer de la huida de la población de algunas localidades colindantes con la vecina Kursk, ante el temor a la intensificación de ataques ucranianos.
En paralelo a la incursión terrestre, Ucrania también bombardeó con drones varias regiones fronterizas rusas, incluido un ataque nocturno que, según Moscú, dejó 13 heridos en la ciudad de Kursk. Ucrania no hizo comentarios sobre los ataques con drones dentro de Rusia.
Sin embargo, se producen en un momento en el que Ucrania aumentó, en las últimas semanas, el ritmo de ataques similares con drones dirigidos principalmente contra infraestructuras militares y depósitos de petróleo.
La ofensiva en Kursk parece haber tomado al Kremlin por sorpresa y permitió a Kiev penetrar unos 15 kilómetros en territorio ruso y tomar unos 500 kilómetros cuadrados, según los analistas.
Las autoridades políticas y militares de Kiev todavía evitan comentarios directos sobre la operación en curso, pero lo cierto es que los logros de la incursión son cada vez más evidentes. El sábado pasado, en las redes sociales de Ucrania apareció un primer video que mostró la presencia de soldados ucranianos en Kursk.
“Les deseamos buena salud desde la ciudad de Suzha. La ciudad está bajo control de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo un soldado, en una imagen grabada aparentemente delante de una oficina regional de gigante del gas ruso Gazprom y sosteniendo una bandera ucraniana al lado de otros tres hombres uniformados. (Infobae)