Estos cuatro pasos se concentran en el sureste del territorio. Se trata de los de Imatra, Niirala, Nuijamaa y Vaalimaa. Serán los de Salla y Vartius, más al norte, los encargados ahora de gestionar las entradas a través de la frontera, que en total se extiende por más de 1.330 kilómetros.
La medida estará vigente al menos hasta el 18 de febrero de 2024, si bien no se descarta ampliar estas restricciones. Durante los últimos meses, coincidiendo con la entrada del país nórdico en la OTAN, las autoridades finlandesas registraron un importante aumento del número de llegadas de personas en situación irregular.
En el pasado, Rusia no permitía cruzar la frontera a quienes no tuvieran sus documentos en regla. Un cambio de actitud que para el presidente finlandés, Sauli Niinisto, es una “venganza” que se está cobrando por la entrada en la Alianza Atlántica y un plan de acuerdo previsto en materia de defensa con Estados Unidos.
ESTONIA NO DESCARTA MEDIDAS SIMILARES
Por otro lado, desde Estonia, sus autoridades acusaron también ha Rusia de facilitar estos intentos de cruzar a territorio de la Unión Europea y pusieron como ejemplo más reciente, la situación de ocho ciudadanos somalíes a los que Moscú permitió ayer el paso, a pesar de no contar con la documentación necesaria.
El ministro del Interior, Lauri Laanemets, advirtió que no se puede entrar en la Unión Europea a través de Estonia de esta manera y reprochó a las autoridades rusas de estar permitiendo que esto pase.
Laanemets alertó de que en los últimos años hay toda una presión migratoria orquestada que llegan a las fronteras que Rusia comparte con Polonia, Lituania y Letonia. «Ya podemos llamarlo ataque híbrido», dijo.
Asimismo, adelantó que Estonia ya trabaja con Finlandia, después de la decisión del país nórdico de cerrar cuatro de sus cruces, una medida que el ministro del Interior no descarta en el futuro. (Europa Press)