El hecho fue confirmado por la agencia nacional de emergencias de Filipinas, que advirtió que en base a la información de la que disponen, la cifra de fallecidos podría aumentar hasta la decena, recoge el diario local ‘Inquirer’.
Las autoridades todavía están evaluando el impacto real del terremoto. El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres celebró ayer por la mañana una reunión a la que acudió la vicepresidenta del país, Sara Duterte.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) informó que el epicentro del terremoto se ubicó a unos 30 kilómetros al oeste de Sarangani, en Davao Occidental, con el hipocentro ubicado a diez kilómetros de profundidad.
Asimismo, recalcaron que no existía amenaza de un tsunami destructivo, aunque sí recordaron que los terremotos de esta magnitud crean “alteraciones inusuales del nivel del mar que pueden ser observadas en costas cercanas al epicentro”. (Europa Press)