Las lágrimas protagonizaron la final de la 50 edición de Wimbledon en la Era ‘Open’. Las de Roger Federer, que rompió a llorar al ver a sus cuatro hijos en el palco tras vencer a Marin Cilic por 6-3, 6-1 y 6-4 y lograr el título por octava vez, y las del croata al saber que no podía competir al máximo nivel tras lesionarse la planta del pie izquierdo.
No se encontro contenido.