El atentado ocurrió concretamente en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao, en la ciudad de Maraui, durante la misa del primer domingo de Adviento. La mayor parte de los heridos, trasladados al Centro Médico Pakpak y seis de los cuales fueron operados de urgencia, eran estudiantes.
La explosión ocurrió dos días después de la muerte de doce presuntos miembros del grupo islamista Daula Islamiya, uno de los cientos de organizaciones radicales descritas por Filipinas como grupos terroristas que operaron en el sur del país, en una operación militar en la zona montañosa de Madre Tuayan, en Maguindanao del Sur. Entre los fallecidos se encontraba el líder de la organización.
Tanto las autoridades filipinas como la propia universidad condenaron lo ocurrido. El presidente electo de Filipinas, Ferdinand ‹Bongbong› Marcos Jr., repudió en los términos más enérgicos posibles estos acontecimientos, que calificó como sin sentido y atroces.
«Los extremistas que ejercen la violencia contra los inocentes siempre serán considerados enemigos de nuestra sociedad», aseveró el dirigente filipino en una publicación en la red social X, antes Twitter, en la que ha trasladado su más sentido pésame a las víctimas, a sus seres queridos y a las comunidades que fueron blanco de este último ataque a la paz.
Marcos informó en el mismo mensaje que están trabajando en estrecha coordinación con las autoridades regionales y locales interesadas, a las que agradeció su respuesta rápida e inmediata y su apoyo a las víctimas.
Asimismo, comunicó que se está desplegando personal de seguridad adicional y que dio instrucciones a la Policía Nacional (PNP) y a las Fuerzas Armadas (AFP) del país para que garanticen la protección, seguridad de los civiles y la seguridad de las comunidades afectadas y vulnerables.
El líder del Ejecutivo filipino prometió llevar ante la justicia a los autores de este acto despiadado a tiempo de instar a la población a mantener la calma, la prudencia y la conciencia (…) para garantizar que los horribles acontecimientos de ayer no se vean agravados por información inexacta, no verificada y no oficial. (Europa Press)