Un portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, confirmó el cierre y especificó que ya no es viable ofrecer servicios médicos en el centro, especialmente tras la muerte de cinco pacientes, dos de ellos bebés prematuros a causa de los apagones. Asimismo, señaló que más de un centenar de cuerpos se encuentran aún en el hospital sin la posibilidad de ser enterrados.
Los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) continúan en las inmediaciones del hospital, donde el Ejército de Israel asegura que se encuentra el cuartel general del grupo armado palestino.
Fuentes palestinas indicaron que miles de médicos, pacientes y personas desplazadas se encuentran atrapadas en la zona sin electricidad, ni suministros suficientes.
Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que ayudarán a evacuar a los bebés que se encuentran en el hospital durante las próximas horas, según informaciones recogidas por el diario ‹Haaretz›.
Las autoridades israelíes acusaron nuevamente a Hamás de haber establecido su mando central bajo el hospital, de utilizar el centro médico, y a la población civil como escudos humanos para la protección de sus búnkeres y túneles subterráneos.
De la misma manera instaron al personal y a los pacientes a abandonar la zona hacia el sur de la Franja de Gaza en la medida de lo posible para «evitar daños», mientras las FDI tratan de «aislar y hacerse con el control» de la zona norte de la Franja.
Las autoridades palestinas insisten en que las fuerzas israelíes continúan realizando ataques aéreos y con artillería a medida que tratan de asaltar el complejo hospitalario, que carece ya de servicios mínimos, según informó la agencia de noticias palestina WAFA.
El Ministerio de Sanidad gazatí estima que el hospital cuenta con unos 1.500 pacientes, más de un millar de miembros del personal médico y casi 20.000 desplazados. (Europa Press)