La gobernadora de Oregón, Tina Kotek, declaró el estado de emergencia y emitió avisos de evacuación que afectan a unas 18.000 personas.
La temporada de incendios forestales en el Estado de Oregón, Estados Unidos, tuvo un comienzo explosivo. Un siniestro que está en curso, allá arrasó con más de 400.000 hectáreas (1 millón de acres) en menos de un mes.
Esa situación generó una gran preocupación debido a las condiciones extremas de calor y la inusual cantidad de rayos que hay en el lugar, que los expertos califican como “catastróficas”, de acuerdo con información compartida por The Guardian.
Un incendio en una zona denominada Durkee quemó casi 117.000 hectáreas (290.000 acres) y solo está contenido en un 20%. El fuego provocó evacuaciones y el cierre de una autopista interestatal importante, además de que ha generado su propio sistema meteorológico.
Colby Neuman, experto del Servicio Meteorológico Nacional de Portland, mencionó que la cantidad de incendios agotó los recursos de extinción del Estado de Oregón.
“Este es quizás el peor que he visto en términos de la cantidad de incendios en la última década en Oregón”, afirmó Neuman.
Asimismo, la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, declaró el estado de emergencia y emitió avisos de evacuación que afectan a unas 18.000 personas.
Los incendios han generado nubes de humo nocivo, elevando los niveles insalubres de la calidad del aire no solo en Oregón, sino también en Estados vecinos como Idaho.
Kotek señaló en una conferencia de prensa virtual: “Nuestra temporada de incendios forestales ha tenido un comienzo muy agresivo”.
El aumento inusualmente activo de la temporada de incendios se atribuye parcialmente a las condiciones de “sequía repentina” causadas por olas de calor sin precedentes.
Según Rachel Cleetus, directora de Políticas del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados, “aunque hubo lluvias al principio de la temporada, no fue suficiente para compensar el hecho de que la humedad desapareció por completo de los suelos y la vegetación debido a estas condiciones de calor extremo”.
Hasta ahora, más de 405.000 hectáreas (1 millón de acres) se quemaron, cuadruplicando el total del año pasado y acercándose a la cifra de 500.000 hectáreas quemadas en la temporada de 2020. La temporada de incendios usualmente dura hasta mediados de septiembre, cuando llegan las lluvias de otoño, pero en años malos puede extenderse hasta octubre.
El Centro Nacional Interagencial de Incendios define como un megaincendio a aquel que ha quemado más de 40.000 hectáreas (100.000 acres).
Hasta la fecha, cuatro “megaincendios” están ardiendo en las regiones este y central de Oregón, debido a más de 1.000 rayos que cayeron en el Estado la semana pasada.
Neuman agregó que aunque los rayos son comunes en gran parte de Oregón, no es usual que afecten a todo el Estado de manera tan extensa.
El Estado de Oregón se encuentra en medio de una persistente ola de calor. Portland está camino de tener el julio más caluroso registrado, con tres días consecutivos superando los 38 grados centígrados (100°F). En Bend, una ciudad al este de las Cascadas, se registraron 19 días consecutivos con temperaturas máximas superiores a los 35 grados centígrados (95°F).
El incendio de Durkee es uno de los más de 100 provocados por rayos que comenzaron durante la última semana. Los científicos relacionan el aumento de los riesgos de incendios con el calentamiento global y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La gravedad de la situación en Oregón no es aislada. Otras regiones occidentales de Estados Unidos también enfrentan grandes incendios. En California, el incendio de Park se ha convertido en el más grande de ese Estado este año, destruyendo más de 130 casas.
Por otro lado, en Canadá, los bomberos luchan contra 900 incendios, incluyendo un feroz fuego que destruyó la pintoresca ciudad montañosa de Jasper en Alberta.
De acuerdo con la actualización del estado de sequía de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, más de la mitad del Estado de Oregón se encuentra en condiciones de “sequía moderada” y casi el 40% en condiciones “anormalmente secas”.
Según Neuman, las condiciones climáticas mejorarán ligeramente, con pronósticos de lluvias en algunas zonas, pero se espera que las temperaturas aumenten nuevamente a medida que avance el verano. “Eso es lo que nos mantiene alerta”, concluyó. (Infobae)