La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció que la invasión rusa de Ucrania devastó colegios y guarderías por todo el país, desde febrero de 2022, cuando comenzó la guerra, donde fueron dañadas o destruidas más de 3.790 edificios relacionados con la educación.
«Los niños ucranianos pagaron un alto precio en esta guerra porque los ataques a la educación son ataques a su futuro. La comunidad internacional debería condenar los daños y la destrucción de escuelas en Ucrania y los saqueos de las fuerzas rusas», dijo el director de la división de Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson.
La organización elaboró un informe titulado «Tanques en el patio de recreo» en el que, basado tanto en los datos del Gobierno ucraniano como en sus propias investigaciones sobre el terreno, documentó la destrucción de este tipo de instalaciones en las regiones de Kiev, Járkov, Chernígov y Nicolaiev.
En ese sentido, la ONG se quejó de que muchos estudiantes vieron erosionada la calidad de su formación debido a las clases en remoto, consecuencia directa de la destrucción tanto de centros educativos como contra infraestructura energética, que causaron numerosos cortes eléctricos y de Internet.
Por otro lado, HRW destacó las medidas del Gobierno ucraniano para proteger a la educación, como la ratificación de la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político internacional para proteger la educación de los peores efectos de los conflictos armados y que Rusia no firmó.
Además, el Ministerio de Defensa de Ucrania emitió en julio de 2022, una orden militar que prohibía el uso de centros educativos para alojar cuarteles generales o unidades militares. A pesar de ello, la ONG, pudo documentar algunos casos en el que el bando ucraniano desplegó soldados en algunos colegios, que convirtieron en puestos de control, acciones que aumentan el riesgo de ataques.(Europa Press)