Los combates y el avance de las fuerzas israelíes significaron que en el norte y el este de la ciudad, los civiles ya no podían viajar por la carretera de Saladino que atraviesa el territorio palestino, indicó el comunicado del Ejército.
La carretera “constituye un campo de batalla, por lo que es extremadamente peligroso transitar por ella”, advirtió.
Por ello, explicaron, el movimiento de civiles se facilitará por el eje de circunvalación al oeste de Khan Yunis hacia Deir al-Balah.
“También habrá una suspensión táctica local y temporal de las actividades militares con fines humanitarios en el campamento de Rafah”, añadió el vocero de las FDI, Avichay Adraee.
Horas antes, decenas de tanques y blindados israelíes entraron al sur de Gaza, conminando a huir a otras áreas a palestinos que ya habían sido evacuados desde el norte, donde Israel comenzó su respuesta militar.
Ayer se vieron tanques, vehículos blindados de transporte de tropas y excavadoras cerca de la ciudad de Khan Yunis, abarrotada de desplazados internos palestinos, según dijeron testigos.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa israelíes, Daniel Hagari, declaró que el ejército sigue ampliando su operación terrestre contra los principales frentes de Hamás en la Franja de Gaza.
Los combates a gran escala se reanudaron el viernes tras el fracaso de una tregua de una semana mediada por Catar, Estados Unidos y Egipto, durante la cual Israel y Hamas habían intercambiado decenas de rehenes y prisioneros.
Los ataques aéreos se intensificaron desde entonces en el sur de Gaza, dijo James Elder, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para la infancia Unicef.
Israel prometió aplastar a Hamás en represalia por los atentados perpetrados por el grupo militante islamista el 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se tomaron 240 rehenes, según las autoridades israelíes.
El ejército israelí declaró que había llevado a cabo unos 10.000 ataques aéreos en total, mientras que los militantes de Gaza habían reanudado los lanzamientos de cohetes contra Israel, la mayoría de los cuales habían sido interceptados.
El Ministerio de Sanidad, dirigido por Hamás, afirma que más de 15.500 personas murieron en Gaza, aproximadamente el 70% de ellas mujeres y niños, un número de víctimas desató la alarma mundial y manifestaciones masivas.
El ejército israelí informó ayer de la muerte de otros tres soldados en combates en el norte de la Franja de Gaza, lo que eleva a 75 el número de soldados fallecidos en la zona.
Un funcionario de la Casa Blanca declaró que Estados Unidos cree que Israel está haciendo un esfuerzo para minimizar las víctimas civiles en Gaza.
La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, de visita en Gaza, calificó el sufrimiento de intolerable.
Israel afirmó que no pretendía obligar a los civiles palestinos a abandonar permanentemente sus hogares.
Cualquier sugerencia de dispersión palestina es muy polémica en el mundo árabe, ya que la guerra que condujo a la creación de Israel hace 75 años dio lugar al éxodo o desplazamiento forzoso de 760.000 palestinos. (Infobae/Afp)