Según reportó la Fiscalía de Colombia, el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal y Judicial (CTI) y la Armada colombiana interceptaron el semisumergible y además de la cocaína, también incautaron un radio de comunicaciones, un GPS y un teléfono satelital.
Los tripulantes fueron identificados como Jairo Arcadio Calderón López y Johnny Gabriel Toala Alvia, de nacionalidad ecuatoriana; y Juan Víctor Segura Campaz, de Colombia. Los tres fueron capturados en flagrancia durante una operación de interdicción en el Pacífico colombiano.
La Fiscalía presentó ante un juez de control de garantías a las tres personas capturadas. Según indicó la entidad en un comunicado, un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico les imputó los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes; y uso, construcción, comercialización y/o tenencia de semisumergibles o sumergibles agravado. A pesar de aquello, los procesados no aceptaron los cargos y recibieron una medida de aseguramiento privativa de la libertad en establecimiento carcelario.
Un submarino semisumergible de origen artesanal o narcosubmarino, también conocido como submarino Big Foot, es un vehículo marítimo autopropulsado especialmente construido principalmente por narcotraficantes mexicanos o colombianos para contrabandear cocaína desde Colombia a los Estados Unidos y Europa. Algunos son submarinos son capaces de moverse bajo el agua, pero otros responden a diseños que no pueden soportar la presión cuando están completamente sumergidos.
En la década de 1980, las lanchas rápidas eran populares entre los narcotraficantes debido a su alta velocidad de día y de noche; pero con las actualizaciones en el uso de las tecnologías de ubicación por radar, el uso de aeronaves de patrulla marítima y patrullas costeras y oceánicas, los narcotraficantes introdujeron cambios y adaptado nuevos métodos y tecnologías para evitar ser detectados en el mar. Así diseñan y construyen submarinos semisumergibles cada vez más sofisticados.
Hoy un submarino semisumergible para el transporte de drogas de 20 metros puede transportar unas 10 toneladas de cocaína a una velocidad de 23 km/h.
La Marina de los EE. UU. capturó por primera vez un submarino que transportaba drogas en 2006, a unos 145 kilómetros al oeste de Costa Rica. Los marineros estadounidenses lo llamaban Bigfoot porque habían oído rumores de esos barcos secretos, pero nunca los habían visto.
En 2006, las autoridades estadounidenses anunciaron el descubrimiento de tres submarinos de drogas; en 2008, informaron haber encontrado 10 barcos al mes, pero la tripulación del semisumergible hundió su propio barco para destruir cualquier evidencia de irregularidades. Incluso los traficantes de drogas hacían viajes de dos semanas a los Estados Unidos con cargamentos que parten de puertos clandestinos en Colombia, Perú y Ecuador en las costas del Pacífico.
Los narcosubmarinos son uno de los transportes ilegales que permiten el tráfico de drogas desde el Pacífico sur hacia Centroamérica, principalmente. En enero de 2023, la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional del Ecuador encontró un narcosubmarino frente a la costa norte de la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.
Tras el descubrimiento realizado en las aguas al norte del Ecuador, se tomaron varias medidas de investigación para verificar los indicios que pudieran explicar la presencia del vehículo marítimo en el sitio del hallazgo. Incluso los lugareños fueron quienes reportaron la presencia de un extraño barco que no parecía un barco de pesca.
La Policía Nacional continúa investigando y solicitando información, si la hubiere, para esclarecer este hecho. En junio de 2018, los infantes de la marina ecuatoriana descubrieron una embarcación similar de 20 metros de largo que transportaba hasta 10 toneladas de cocaína durante un viaje. (Infobae)