“Este tipo de asuntos se resuelven normalmente mediante el diálogo, la negociación y el compromiso”, afirmó Wirth en declaraciones recogidas por ‘Bloomberg’ en un evento organizado por el ‘Council on Foreign Relations’.
La compañía que dirige Wirth cuenta con intereses en la región y es, de hecho, la única gran petrolera norteamericana con operaciones en Venezuela. Además, Chevron llegó a un acuerdo definitivo el pasado octubre para comprar por 53.000 millones de dólares (49.061 millones de euros) la empresa de hidrocarburos Hess, mediante la cual se hizo con una participación del 30% sobre el desarrollo y extracción de petróleo ‘offshore’ guyanés y que es el origen de la crisis diplomática.
Dicha adquisición se produjo semanas después de la última ‘megafusión’ en el sector energético estadounidense, tras la compra de Pioneer Resources por ExxonMobil. Esta última tiene igualmente presencia en el pequeño país sudamericano, que está viviendo un ‘boom’ económico y que, acorde al Fondo Monetario Internacional (FMI), crecerá este año un 38,4%.