Sobresaliendo de la época complicada de la pandemia y dando espacio al deporte para la formación de nuevos valores, Speed Voley se hace paso en esta disciplina cumpliendo un año de existencia.
Bajo el mando de Nicolás Villarreal, el club Speed nació en medio de la pandemia del coronavirus. Ya con un año de existencia, este elenco va ganando fuerza.
“Cumplimos un año, se hizo con la intención de tener un lugar privado para practicar el vóleibol. La cancha que tenemos es de minivoleibol de cuatro contra cuatro. Cuentan con las mismas reglas del vóleibol. Tenemos la escuela, nos dedicamos más a la formación con niños para desarrollar a deportistas competitivos”, explicó Villarreal en contacto con Deportes El Diario.
Una de las características que maneja esta escuela es que cuenta con el área de kinesiología, importantes para el desarrollo motriz de los deportistas.
“Tenemos un kinesiologo que ve a los deportistas es muy importante que contemos con profesionales que velen por la integridad de nuestros atletas”, añadió el timonel.
Al mismo tiempo, la escuela Speed apunta a sentar su presencia en la asociación de Cochabamba. Este ente aún reactivado tras la pandemia.
“No fue nada fácil, iniciamos con todo pero justo vino la segunda y tercer ola, esto nos perjudicó del flujo de personas”, explicó.
Villarreal fue jugador de vóleibol de diferentes equipos. Fue parte de la Católica, Univalle, además de San Simón. En los últimos años jugó en San Martín y en Olympic. Aún a sus 30 años sigue vigente en este deporte.
“A parte del vóleibol soy ingeniero automotriz. Es un proyecto que va de la mano de la empresa que tengo. Aportar al vóleibol, me dio mucho en la vida. Es devolver un poco de lo que fuimos jugadores”, finalizó Villarreal, quien también aspira a dar becas a jugadores.
ERWIN QUISPE PERCA