El encuentro inició con un dominio abrumador del conjunto británico. Con sus líneas bien adelantadas, los vestidos de azul pusieron en apuros al local con un juego dinámico y bien inclinado por las bandas. Fue así que consiguió una primera situación clara antes de los 10 minutos que Thibaut Courtois le tapó a Timo Werner, en una especie de penal en movimiento.
Esa acción fue una llamada de atención para el Real Madrid que no podía detener los ataques del rival y a los 14 minutos sufrió la caída de su arco. Fue el central Antonio Rüdiger quien metió un pase largo ideal para Christian Pulisic, quien aprovechó los espacios que había entre las líneas españolas, dominó, se metió en el área, dejó en el camino al arquero belga y estampó el 1 a 0.
El conjunto español recién tuvo su primera oportunidad a los 22 minutos cuando Karim Benzema pudo recibir en posición de ataque, junto marcas y cuando vio el hueco sacudió de media distancia para hacer sonar el palo más lejano del arco defendido por Eduoard Mendy.
Cuando el juego parecía dominado por el elenco inglés, el local festejó el empate. Fue en una pelota parada que pudo acumular gente en el área rival y Benzema no perdonó al dominar el balón con la cabeza y fulminar con un una bolea de derecha casi desde el punto del penal.
Tras un primer tiempo vibrante lleno de ocasiones, el complemento pareció escrito por otros guionistas. Ambos elencos saltaron a jugar los últimos 45 minutos con otra actitud, sin correr tantos riesgos y entendiendo que el empate en el marcador no era un mal negocio. Apenas un cabezazo desviado de Varane y algún intento de Mount dieron algo de acción a una etapa que careció de situaciones y apagó el show.
Tuchel y Zidane deberán ahora prepararse para la revancha, el miércoles 5 de mayo, cuando en Stamford Bridge se defina al finalista de la Champions League.
5 de mayo será el partido de revancha entre el Real Madrid y el Chelsea. Este lance se jugará en el estadio Stamford Bridge de Inglaterra.