El No. 1 del FedEx ATP Rankings derrotó 6-3, 6-2, 6-7 (5) y 7-5 a Matteo Berrettini en el turno noche de una pista Philippe Chatrier reluciente y con público durante gran parte de un partido destacado pero trabajado del serbio que se llevó el triunfo tras tres horas y 28 minutos para llegar al esperado duelo ante Rafael Nadal. Mientras tanto, Djokovic terminó el partido sin ceder el saque y llegó a 308 triunfos en Majors tras dejar atrás a un rival peligroso. Así estiró su record en Roland Garros a 79-15, su segundo Major en cantidad de triunfos solo por detrás del Australian Open donde lleva 82 victorias y nueve títulos.
Djokovic salvó un punto de quiebre en el game inicial y otro en el tercer juego, pero saldría indemne para hacer el daño al juego siguiente con esa misma tónica: resistir, contragolpear y dar el golpe de gracia en el momento indicado. Tras un juego de casi ocho minutos, Djokovic estiró la ventaja hasta un 4-1. El italiano presionaba todo el tiempo a partir de la potencia en el saque — más de 200km/h de promedio en el primero y 216 el más rápido— e intentaba quitarle tiempo a Djokovic para no ceder la iniciativa, pero nada daba resultado.
El No. 1 del mundo estaba en uno de esos días que, aun sin brillar, o que así lo parezca, es capaz de hundir la confianza del rival de turno que tenga del otro lado. Cuatro puntos seguidos le dieron la primera manga por un 6-3 que le costó 53 minutos. Un nuevo quiebre en el quinto juego de la segunda manga para Djokovic empezaría a poner la balanza de su lado en exclusividad. De hecho, el serbio terminaría el segundo set con apenas dos errores no forzados.
El campeón de 2016 ahora le tocará finalmente medirse ante Rafael Nadal, el 13 veces campeón, en las semifinales. «Cuando hablas de Rafa, sabes que siempre te dará lo mejor de sí mismo en cualquier superficie», había asegurado, antes de iniciar el torneo, Djokovic. (ATP Tour.Com)