El Programa Mundial de Alimentos (PMA) estuvo presionando a las autoridades de esa región de Siria para que dejen de bloquear el acceso, mientras trata de ayudar a cientos de miles de personas tras el devastador terremoto que sacudió la región el 6 de febrero.
En declaraciones y al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich celebrada, el director del PMA, David Beasley, declaró que los Gobiernos sirio y turco habían cooperado muy bien, pero que sus operaciones se estaban viendo obstaculizadas en el noroeste de Siria.
La semana pasada, la agencia dijo que se estaba quedando sin insumos allí y pidió que se abrieran más pasos fronterizos desde Turquía.
En Siria, ya destrozada por más de una década de guerra civil, la mayor parte de las víctimas mortales se produjo en el noroeste. La zona está controlada por insurgentes en guerra con las fuerzas leales al presidente Bashar al-Asad, lo que complicó los esfuerzos por hacer llegar la ayuda a la población.
“¿Rezarías para encontrar un cadáver? Nosotros sí para entregar el cuerpo a la familia”, dijo el operador de una excavadora Akin Bozkurt mientras su máquina arañaba los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Kahramanmaras.
Según la tradición islámica, los muertos deben ser enterrados lo antes posible.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a Turquía el domingo para una visita oficial y conversaciones sobre cómo Washington puede ayudar más a Ankara en su lucha frente las secuelas de una tragedia devastadora.
El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el sureste de Turquía y Siria ha dejado más de 46.000 muertos y destruyó los hogares de al menos a un millón de personas. Se prevé que el costo económico de la catástrofe ascienda a miles de millones de dólares.
El director de la Autoridad Turca de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), Yunus Sezer, declaró que las labores de búsqueda y rescate terminarían en gran parte ayer por la noche. Se espera que el número de víctimas aumente, ya que se sabe que unas 345.000 viviendas quedaron destruidas en Turquía y que muchas personas siguen desaparecidas.
Ni Turquía ni Siria dijeron cuántas personas siguen desaparecidas.
En uno de los últimos esfuerzos por sacar a la gente de entre los escombros 12 días después del terremoto, los equipos de emergencia empezaron a retirar escombros con las manos en un lugar de Antioquia.
Los perros rastreadores y las cámaras térmicas habían detectado señales de vida de dos personas, según los equipos de rescate. Pero pasada la medianoche, ocho horas después de iniciada la operación, los equipos suspendieron el rescate.
La Organización Mundial de la Salud calcula que unos 26 millones de personas tanto en Turquía como en Siria necesitan ayuda humanitaria. (Reuters).