Había pasado poco en las áreas cuando Suiza abrió el marcador. Fue Steven Zuber quien se animó a romper por izquierda y lanzó un centro al área que no parecía tener demasiado peligro, pero apareció Haris Seferovic con toda su experiencia para ganarle la posición al débil Clément Lenglet y meter un frentazo letal que venció a Hugo Lloris. Así, cuando nadie lo esperaba, el campeón del mundo se encontró en desventaja.
Francia reaccionó de inmediato y tras un aviso de Mbappé en un disparo que se fue cerca, apareció Benzema para estampar el empate. Fue el punta del PSG el que le filtró una pelota frontal entre los centrales y el delantero del Real Madrid pudo dominarla de forma algo casual, ya que le había quedado atrás, y definió ante la salida de Sommer.
Suiza no pudo siquiera asimilar la igualdad porque a los dos minutos llegó el 2-1. Pogba recuperó alto y soltó para que Coman rompa por izquierda. Alen contra el hueco, el extremo filtró el balón para Griezmann, quien en el área tiró una pared que Mbappé le devolvió de taco y al quedar mano a mano la picó. Sommer logró cachetear la pelota, pero por el segundo palo entró Benzema para de cabeza estampar el tanto del triunfo parcial.
Con el marcador a su favor, el seleccionado campeón del mundo pudo por fin demostrar en el campo de juego de lo que es capaz. Aparecieron las asociaciones, el juego creativo en ataque, la seguridad defensiva que el seleccionado había demostrado en el Mundial de Rusia. Quien estableció el 3-1 fue Paul Pogba a la media hora del segundo tiempo cuando recibió de frente al arco, se acomodó para su mejor perfil y con su pierna derecha desenfundó un remate de media distancia que se clavó de un ángulo.
Cuando parecía que el cuadro galo se floreaba Suiza aprovechó un error de Coman, encontró el espacio por la derecha y con un nuevo centro al área Seferovic de cabeza puso el 3-2 y le dio vida a sus equipo.
Sobre el final, el partido demostró -una vez más- por qué el fútbol es el deporte más popular del mundo. Al igual de lo que había pasado con Croacia más temprano ante España, Suiza pudo levantarse de un 1-3 y en el minuto 90 armó un contragolpe perfecto en el que Gavranovic, que había ingresado minutos antes, pudo encarar a Kimpembe, se acomodó para su derecha, se metió en el área y sacudió para el 3-3.
Lo cierto es que en el tiempo suplementario ambos se mostraron erráticos en varias oportunidades, lo que denotó el agotamiento en ambos conjuntos producto del esfuerzo. Y pese a que los galos estuvieron más cerca del cuarto tanto, el duelo terminó 3-3.
En los penales el único que falló fue Mbappé. Suiza convirtió los cinco suyos y Sommer le tapó el último al delantero del PSG que no tuvo un buen partido, terminó acalambrado pero igual eligió ejecutar el definitivo. De esta manera, el campeón del mundo se despidió antes de lo previsto y Suiza dio el gran batacazo. Ahora, se enfrentará ante España por un lugar en las semifinales de la Eurocopa. (Infobae)