El evento se llevó a cabo del 3 al 11 de abril en Egipto. Bolivia participó con tres atletas, de los cuales Mateo fue el más sobresaliente de la delegación nacional.
Rejas, con 15 años de edad, fue el menor de todos los participantes bolivianos, se midió con otros campeones en la categoría juvenil (18 a 21 años), donde obtuvo el puesto 87 a nivel mundial.
“Lograr competir a mi edad es muy importante, fue increíble como persona y atleta. Como entré a la categoría juvenil lo hice con temor; pero luego me solté y estuve mucho más tranquilo. Para los siguientes cruces me sentí con más preparación”, contó Mateo a Deportes El Diario.
Mateo hizo historia en el deporte nacional al ser el primer boliviano en llegar al puesto 55 del mundo en su categoría, cadetes, cuyo desempeño se destacó en la competencia.
“Estuve muy bien para mi primer mundial. En cadete, con diferentes campeones, obtuve el puesto 55 en el mundo. Sentí que todo se puede, yo creo que en Bolivia podemos pensar que podemos hacer logros mejores”, añadió.
Mateo nació el 12 de julio de 2005, su pasión por el esgrima se transmitió a través de su abuelo, primo y padre, quienes también representaron al país en su momento. Para esta participación en el mundial de Egipto, la familia Rejas tuvo que pagar todo el viaje para Mateo, quien no tuvo el apoyo de las autoridades nacionales.
“Es una pena, porque mis padres y mi familia hicieron un esfuerzo enorme para viajar. No me pagaron nada, nosotros corrimos con todos los gastos: comida, hotel, pasajes, etc. Es una pena, ya que no se da el apoyo”, contó.
La Federación Boliviana de esgrima sólo apoyó a dos atletas con una beca de la Federación Internacional. “Pero yo corrí con todos los gastos. Estuve sin entrenador. Mi papá me envió con mi hermano”.
Mateo lamentó que esto sucediera con los atletas nacionales, “otros países llevan hasta tres entrenadores. Es lo mismo que un equipo de futbol vaya sin entrenador, creo que en deportes individuales pesa mucho más”.
No obstante, con todos los resultados obtenidos, el paceño se siente orgulloso de marcar historia en el esgrima al igual que su familia. Su siguiente reto será el torneo Panamericano de este deporte, que se celebrará en Cali (Colombia), evento que aún no tiene fecha confirmada.
“Yo creo que al principio todo es difícil, hay muchas adversidades que te dejan pensar de dejar esto, pero creo que después poder sobresalir puedes llegar lejos y no temer a nadie. Creo que en la vida nunca hay que tenerle miedo a nadie. Todos somos iguales, somos humanos, podemos hacer grandes cosas”, concluyó Mateo.
OTROS BOLIVIANOS
Fernando Chacón y Sarah Endara también fueron parte de la competencia en Egipto. El primero consiguió el puesto 89 en la categoría juvenil; mientras la segunda escaló hasta el puesto 73.