Mariana, de 25 años, es cochabambina. Cuenta con un interesante perfil en el deporte, ya que se desempeñó en diferentes disciplinas, pero donde más brilla es en el básquetbol.
Esta pasión por el deporte es de sangre. La jugadora es hija del director técnico nacional Eduardo Villegas, uno de los más exitosos del país por sus títulos obtenido; además de Rosario Villarroel, ex jugadora de la selección boliviana de básquetbol.
“Todo nace de ambos, de mi papá y mi mamá, ambos practicaban basquetbol desde pequeños. Mi mamá estuvo en la selección boliviana, también jugó en La Paz y distintos equipos”, contó Villegas a Deportes El Diario.
EDUARDO ¿EL BÁSQUETBOL O FÚTBOL?
Mariana contó que su padre tuvo que decidir seguir siendo basquetbolista o dedicarse al fútbol, debido a una coincidencia en las fechas de los torneos que disputaba.
“Mi papá jugó desde muy pequeño (basquetbol) hasta sus 17 años. Fue hasta un campeonato en el que tenía que viajar, estaba en la selección de Cochabamba y además tuvo un partido amistoso, pero importante. Le tocó escoger el fútbol, pero nunca dejó de lado el básquetbol; siempre está interesado en todos los deportes”, narró Mariana quien recalcó que en su caso el básquetbol es la disciplina que mejor practica; son embargo, también juega tenis, pero además quiso ser futbolista. “Me gustan mucho los deportes en general. El fútbol me gusta mucho, siempre me dije por qué no lo hago, pero no se lo potencia mucho. A veces pedía unas chuteras, incluso jugaba con puros hombres. Por otro lado, juego tenis bastante, incluso llegué a entrenar con mi papá. Él también juega y ve por la televisión los partidos”, contó.
Debido a que su padre está en constante cambio por los equipos al que le tocó dirigir, Mariana sólo practica el deporte blanco en modo “recreativo” junto a su padre.
De manera profesional ”es un poco complejo, en Bolivia es difícil. Estoy volviendo a jugar básquetbol tras la pandemia. El Club de Tenis La Paz me abrió las puertas, me gusta bastante y quiero estar lista para más torneos”.
CONOCE A SUS COMPAÑERAS
Villegas jugó en varios torneos locales y nacionales en el valle, tuvo la oportunidad de conocer a las jugadoras paceñas del CTLP, con quienes armaron una buena amistad. “Fue muy lindo, me gustó bastante, incluso varias chicas jugaron con mi mamá. Nos cruzamos en contra en muchos partidos y siempre hubo una linda amistad; ahora como somos del mismo equipo, me siento tranquila y satisfecha”, afirma.
Pero ¿qué dice su padre?
“Él es uno de los más contentos, le encanta que esté muy cerca del deporte. Siempre está pendiente de mí. Me pregunta sobre la alimentación, lo que necesito, me da consejos”.
En el básquetbol, Mariana sigue los pasos de su madre. Quiso llegar a ser pivot, pese a que considera que su estatura no es una ventaja.
“Honestamente no soy muy alta. Mi mamá es alta, mide 1.80m, es pivot y yo 1.74m, pero mi sueño siempre fue jugar ahí. Me costó bastante, antes jugué de armadora y no me gustaba; luego pasé a ser alera y poco a poco me fue gustando; ahora juego de pivot y tengo la confianza del profesor para desempeñarme”, manifestó.
Mariana disputó los encuentros junto al Club de Tenis La Paz en la Libobasquet femenina, primera fase que se disputó en Potosí. Aguarda jugar en el segundo encuentro de este certamen, cuya sede será La Paz. “Espero que ahí mi padre pueda verme jugar”, finalizó.
Se especializa en Marketing Deportivo
Mariana Villegas estudia en La Paz para especializarse en el Marketing Deportivo. “Siempre quise unir mis pasiones: el deporte y el marketing. Hay mucho talento y hay que explotarlo”, dijo.
SUS PADRES, A LOS QUE MÁS ADMIRA
“Admiro mucho a mis papas; en la parte del basquetbol a mi mamá. Ella tiene 55 años y si le dijéramos que juegue en primera de honor, apuesto que lo haría. Ella siempre fue responsable y disciplinada. Es una persona que admiro bastante”.
“Además a mi papá. Él siempre me marca con sus palabras de perseverancia y pasión, además de preparación, ya sea en cualquier ámbito. Siempre tiene presente de trabajar por el país, desea mucho volver a la selección boliviana, espero que se logre”.
ERWIN QUISPE PERCA