"Hemos entrado en el tiempo dispuesto, pero ambos capitanes nos manifestaron que no van a jugar, es por eso que nos retiramos y haremos el informe respectivo", declaró el árbitro Gaad Flores, antes de dejar el campo de juego.
Como sucedió en los cotejos Real Santa Cruz vs. Wilstermann y Blooming vs. Guabirá, los jugadores se negaron a jugar como medida de presión para que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) revise su postura sobre la implementación del Tribunal Superior de Apelación y que las deudas de los clubes de la gestión 2019 sean honradas.
"No se va a jugar el partido, hay muchas irregularidades con los chicos y estamos en apoyo a los que les falta el peso para llegar a fin de mes, no es el caso nuestro, los dirigentes hacen un trabajo bárbaro para con nosotros, pero no podemos ser egoístas, no hacer de la vista gorda, un día nos puede pasar a nosotros y quisiéramos tener el apoyo", dijo Ricardo Noir, capitán del elenco valluno.
Jorge Áñez, como representante del elenco santo, le indicó al delegado del partido, René Villegas, que sus compañeros decidieron no jugar. Esta decisión provocó la molestia del vicepresidente del club, Marcelo Soruco, y del entrenador Thiago Leitao, ambos trataron de convencer al equipo para que actúen sin conseguir su cometido.
"Los culpables no somos los jugadores, es fácil echarle la culpa al jugador, pero hay que ser humano. Cualquiera tiene su gremio, cualquiera quiere que le paguen a fin de mes. No es nuestro caso, solamente, nos comprometidos con los chicos que la están pasando mal", dijo Noir antes de regresar al vestuario del estadio Jesús Bermúdez.
CABALLEROS
Soruco llegó al escenario deportivo con la idea de que el cotejo iba a cumplirse, indicó que habló con los dirigentes de la visita y acordaron que en caso de que los profesionales desistan de participar iban a colocar juveniles en cancha.
"Estamos cumpliendo, pero Palmaflor, lamentablemente, ha roto ese pacto sagrado que habíamos sellado. No sé en qué queda esto, pero no se saca ventaja de esa manera", declaró Soruco al canal televisivo.
El director técnico, Julio César Baldivieso, negó que tal convenio se haya hecho bajo su consentimiento, razón por la cual llegó a Oruro con 22 futbolistas del primer plantel, de los cuales dos eran Sub-20.
"Desconozco ese pacto, trajimos dos equipos: titulares y juveniles, y el titular quiso hacerse presente siempre y quiso darles respaldo a los jugadores, pero serán los capitanes los que decidan", aclaró Carlos Durán, dirigente cochabambino que acompañó al elenco. (APG)